La gestión del lobo al sur del Duero crea discrepancias entre la administración y los ganaderos

19 mayo, 2017 • Noticias de caza

El centro cultural de Vitigudino ha acogido un acalorado debate sobre la situación del lobo al sur del Duero entre representantes de la administración y del sector ganadero. En el marco de la jornada «Futuro de la ganadería extensiva y fauna silvestre», organizada por la Asociación Bajo Duero, se han tratado los aspectos referentes a la posible gestión de las poblaciones de lobos mediante su declaración como especie cinegética al sur de este río. La «flexibilidad» que se quiere dar a la directiva europea que regula este aspecto es insuficiente para los representantes de los ganaderos.

La anunciada «flexibilidad» de la Unión Europea para permitir un mayor control del lobo al sur del Duero, y así amortiguar los estragos del predador en las explotaciones de extensivo es, de momento, una mera «declaración de intenciones» según reconocieron ayer los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente Agustín Noriega Sampayo, técnico del Servicio de Espacios Naturales, y Enrique Barreñeda Sanz, del Servicio de Caza y Pesca, durante el desarrollo de la jornada sobre «Futuro de la ganadería extensiva y fauna silvestre» organizada por la Asociación Bajo Duero (Abaduero) en el centro cultural de Vitigudino (Salamanca). Anunciaron, además, que la próxima semana el consejero de Medio Ambiente y el director general del Medio Natural irán a Bruselas para intentar lograr la flexibilizar de la directiva europea que, por ahora, mantiene al cánido como especie no cinegética y, por tanto, controlable únicamente mediante muy contadas autorizaciones justificadas por graves daños.

En el espacio de participación pública el presidente de Asaja, Juan Luis Delgado preguntó a los técnicos donde «apreciaban» la citada «flexibilidad» porque, según dijo, «francamente no la veo en ninguno de los quince puntos» del nuevo Plan de acción para ayudar a las regiones a defender la biodiversidad y cosechar los beneficios económicos que reporta la protección de la naturaleza.

Los técnicos, que ayer trataron de lidiar el vendaval de los ganaderos y de las organizaciones agrarias aferrándose al imperativo de la ley, una y otra vez defendieron que la consideración del lobo como especie cinegética «facilitaría el control». No obstante, reiteraron que esta calificación «no es la panacea y no solucionará el problema de la depredación. Simplemente es que se podrá trabajar de una manera más cómoda la gestión de control del lobo y punto». Declararlo cinegético, dijeron, «es una de las soluciones que se barajan para poder trabajar mejor las poblaciones de lobo. Pero ni una sola acción ni siete acciones van a solucionar el problema, y entre todas se pueden lograr que haya un equilibrio y que todo el mundo encuentre una cierta convivencia».

El representante de la Alianza UPA-COAG, Guillermo González, dijo «entender que la Administración tiene buena voluntad», pero criticó el interés de la Junta de Castilla y León en dar el mismo estatus al lobo al sur del Duero que al norte, «donde en algunos municipios el lobo han acabado prácticamente con los ganaderos». Recalcó que «el hecho de que la Junta indemnice a los ganaderos al sur del Duero no es benevolencia de la Junta sino obligada por sentencia de los Tribunales». Expresó, además, que si la Junta «hace algo es por la presión de las organizaciones profesionales agrarias», y apostó el sindicalista porque los político vayan a Europa «de forma dialogante pero también exigente», porque, en su criterio, «hay procesos de negociación política donde la Administración tiene que demostrar que tiene peso político», si no serán la organizaciones agrarias las que intervengan.

El coordinador de UCCL, José Manuel González Palacín, manifestó que «hay que contrarrestar una presión muy fuerte de ambientalistas y animalistas que no sé a quienes representan ni sé porqué se les hace tantísimo caso en los foros de decisión, tanto la Consejería de Medio Ambiente, desde el Ministerio de Medio Ambiente como desde Bruselas».

Subrayó que «el lobo no se puede permitir que esté en expansión continuamente y hay que determinar zonas de reserva. No se puede convivir con casi doscientas manadas de lobos en Castilla y León. Es totalmente incompatible con la ganadería y en las zonas de reserva hay que indemnizar a los ganaderos por convivir diariamente con la presión del lobo y, además, pagar los daños, el lucro cesante y minimizar los daños». Para Palacín «hay que excluir zonas y al sur del Duero es irresponsable que se siga expandiendo».

La intervención de los presentes en la sala, entre los que se encontraban un importante grupo de sayagueses, animó y hasta calentó la exposición.

«¿Cuántos lobos se pueden matar?» preguntó un asistente, porque el contado número de ejemplares autorizado al sur del Duero no dejaba satisfecho a ninguno . También hubo quien se inclinó porque se dejara a los cazadores efectuar el control. En sus palabras, «cuando van los de medioambiente se forma un guirigay y lo único que hacen es espantar las vacas». De nuevo los técnicos sacaron a colación la ley y el interés de la Junta por modificarla. «Nosotros vamos de la mano con ustedes en la mayoría de las cosas, pero hay otra parte de la sociedad tan grande que piensa lo contrario, y todos vivimos en sociedad» expresó uno de los funcionarios, que, en su criterio, no cree «que el lobo sea el culpable de la despoblación del medio rural». Hizo especial referencia a la aprobación, la pasada semana, de una proposición no de ley para declarar el lobo en peligro de extinción, al sur del Duero, y de interés especial, al norte. «Es decir, parar hacer lo contrario de que lo que estamos pidiendo y protegerlo más aún. Esperemos que el Gobierno no lo saque adelante, pero puede darse el caso de que aún sea más restrictivo. Las complicaciones que se ponen para gestionar el lobo son enormes» declaró el técnico. No fue menor la algarabía pública que levantó cuando manifestó que «en la Sierra de la Culebra donde algo de ganadería hay, algo, cada lobo que se mata revierte 5.000 o 10.000 euros a las Juntas vecinales de los pueblos». «¡Estás diciendo que tenemos que meter lobos!» exclamó un presente, con respaldo del resto. El presidente de Abaduero, José Luis Martín puso punto final solicitando que la caza del lobo al sur del Duero debe tener carácter social y actuar con rapidez y sin dilación, antes de que se incrementen los daños». Indicó que en las ciudades rápidamente se va a por insecticida cuando los insectos invaden las viviendas y, sin embargo, con el lobo «se pone el grito en el cielo por el hecho de ser más grande.

Durante el acto fue presentado un vídeo sobre el mundo ganadero y el lobo con especial protagonismo de tres ganaderos sayagueses Francisco, conocido por Evaristo Estévez, Francisco Pascual y Francisco Figal. Los tres recibieron un reconocimiento y un aplauso general.

Informa J. A. García para laopiniondezamora.es


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