La fauna salvaje causa 26 millones de euros en pérdidas según los agricultores valencianos
La Comunidad Valenciana estima en 26 millones de euros las pérdidas ocasionadas por la fauna salvaje. Son cifras recogidas por las entidades agrarias valencianas, que hablan de «graves pérdidas económicas» que van en aumento. Las especies más dañinas para los agricultores son el jabalí, el ciervo, el corzo, el conejo y la cabra montesa. Los representantes de los agricultores han solicitado que se facilite el control cinegético de estas especies y ayudas económicas para compensar las pérdidas e instalar mecanismos que ahuyenten a los animales causantes de los daños.
La mayor acción depredadora de la fauna silvestre sobre los cultivos y las infraestructuras agrarias ha provocado unas pérdidas directas de 26 millones a los agricultores, según los cálculos del sector en la Comunidad Valenciana.
Las poblaciones de fauna salvaje en la Comunidad han registrado un incremento exponencial en los últimos años y ello acarrea «graves pérdidas económicas» al sector agrario que van en aumento, según la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), La Unión de Agricultores, la Federación de Cooperativas Agroalimentarias y la Federación de Caza.
Al menos la acción depredadora de las especies silvestres ha aumentado un 30 % durante 2016, han indicado estas fuentes.
La presencia de algunas especies de fauna salvaje se ha duplicado y hasta en casos como el del ciervo o el corzo casi se habría multiplicado por siete entre los años 2010 y 2015, según se desprende de los datos oficiales de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente sobre la evolución de las capturas de animales silvestres.
Respecto a la evolución de especies como el jabalí, que junto al ciervo, el corzo, el conejo y la cabra montesa, son de las más dañinas para el sector agrario y el aumento de su población en los últimos tres años sería de un 112 %, mientras que los incrementos en el número de cabras se situaría alrededor del 82 % entre 2010 y 2015, y en el de corzos esa subida sería de un 9 % en un solo año, según las cifras oficiales.
El sector agrario considera que la gravedad del asunto es tal que motivó la celebración de una reunión urgente, en su calidad de máximos representantes del mundo rural, de los dirigentes de las organizaciones y entidades mencionadas con el objeto de denunciar el problema y reclamar la puesta en marcha de un plan de choque encaminado a aliviar la situación.
Los representantes de AVA, La Unión, la Federación de Cooperativas Agroalimentarias y la Federación de Caza acordaron constituir un frente común y solicitar reuniones tanto con la consejera de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián, como con el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues.
Reclamarán cambios normativos que faciliten el control cinegético de las especies invasoras de los cultivos y ayudas económicas tanto para instalar mecanismos de control (vallas electrificadas) como para compensar parte de las pérdidas.
La presencia cada vez mayor de la fauna salvaje se debe al abandono de tierras agrícolas, el aumento de la masa forestal, la disminución del número de cazadores y las restricciones y limitaciones que tienen que afrontar a la hora de ejercer su actividad, y la incidencia de la sequía, que obliga a los animales a bajar a las zonas de cultivo en busca de agua y comida.
Los daños que causan especies silvestres como el jabalí, el conejo, el ciervo, el corzo o las cabras montesas resultan «tan ruinosos como generalizados» en todos los cultivos, ya que en una sola noche son capaces de arrasar explotaciones enteras de viñedos, de cítricos, de hortalizas o de frutales, además de ocasionar serios destrozos en la madera del arbolado, en instalaciones de riesgo por goteo y infraestructuras diversas.
La fauna salvaje también transmite enfermedades a la cabaña ganadera y provoca accidentes de tráfico, según añaden.
Informa lavanguardia.com