La donación de carne de caza en La Rioja recibe una «respuesta brutal» por parte de los cazadores
La Asociación de Guardas Rurales de La Rioja realiza una labor altruista desde el estado de alarma de marzo para ayudar a familias necesitadas
Redacción | Todo comenzó en marzo, tras la declaración del estado de alarma a nivel nacional para gestionar la crisis sanitaria originada por la COVID-19. Ante el parón de toda actividad cinegética, y la limitación máxima del resto de índole social y económica, Navarra fue la primera comunidad que permitió la caza para regular las poblaciones silvestres, labor que realizaron guardas rurales de la comunidad foral. En concreto, se cazaron corzas que dañaban viñedos y cuya carne fue entregada para su aprovechamiento por personas necesitadas. Una labor altruista que levantó duras críticas desde sectores animalistas.
La Asociación de Guardas Rurales de La Rioja, aguantando los ataques y viendo la situación de necesidad que atravesaban muchas familias, no ha cesado desde entonces de donar carne de caza, cazada por daños y cedida por cazadores de la región. «Durante la pandemia seguimos con esas familias y ahora, desde la asociación hemos dicho, ¿por qué no vamos a seguir?», señala Jorge Alonso, guarda de caza conocido en las redes sociales por su perfil El guarda Smith. Diario de un guarda de caza.
Caza solidaria
La temporada de caza ha comenzado en La Rioja (muchos acotados han abierto el 1 de noviembre) y hay abundancia de capturas, como señala Alonso. Por ello, con el fin de continuar prestando un servicio a las familias que lo requieran, la Asociación de Guardas Rurales riojana ha decidido organizarse a través de sus 33 miembros y de la cuenta de Facebook CAZA SOLIDARIA LA RIOJA. Mediante las redes sociales, así como mediante grupos de WhatsApp, pretenden difundir su labor y recoger el testimonio de familias que se encuentran en situación de necesidad debido a las continuas restricciones por el virus. «Un montón de cazadores se están ofreciendo a donar las piezas capturadas, embutidos…», reconoce El guarda Smith. Incluso se da el caso de un cazador que tiene 100 kilogramos de carne analizada y envasada al vacío que serán donados a la Cocina Económica de Logroño, una entidad benéfica declarada de utilidad pública y fundada en 1984.
El procedimiento de donaciones se realiza mediante el equipo de guardas, distribuidos por los municipios de la comunidad, que reciben las llamadas de los cazadores y conocen a aquellas familias necesitadas que requieran de alimento. «Se busca que sea algo eficaz», admite Alonso, para que la entrega de carne desde el cazador a la familia sea lo más rápida posible.
«Respuesta brutal»
Jorge Alonso reconoce que desde que se ha puesto en marcha esta fase de donaciones de carne de caza «la respuesta es brutal». La entrega de piezas de menor se hace de forma directa sin necesitar certificación sanitaria, pero en el caso de las piezas de mayor es el cazador donante el encargado de limpiar y haber gestionado el análisis del animal antes de su cesión. La Asociación de Guardas quiere contar para un futuro con la colaboración de un veterinario, como cuentan ahora con la de Embutidos La Artesana de Briones, que fue la encargada de preparar la carne de las corzas de marzo haciendo hamburguesas y ahora se encarga de limpiar, eviscerar y analizar reses de caza mayor que se entregan por cazadores.
Esta labor desinteresada de la Asociación de Guardas Rurales de La Rioja refuerza las acciones solidarias en esa comunidad, como la llevada a cabo por la Sociedad de Cazadores «San Isidro» de la localidad riojana de Lardero, que reunió y cedió 3 200 euros, más 1 250 de los guardas, para comprar material sanitario para el personal destinado a luchar contra la COVID-19.