La difícil labor de buscar una finca de caza
El precio no debe de ser desorbitado. Venimos de una época en la que muchas fincas han vivido casi plenamente de la caza y eso, no es bueno. Me reitero en que no debe de ser desorbitado, siendo acorde a las características de la finca, dimensiones, localización y densidad y calidad de especies, entre otras muchas cosas.
El terreno debe de adecuarse a la modalidad que se va a practicar. La vegetación y la orografía deben concordar con el uso de la finca. No buscaremos el mismo terreno para dar ojeos de perdiz, que para cazar con perros de muestra.
Otro factor a tener muy en cuenta es la localización, estar bien situado y cercano a las grandes urbes siempre supondrá desembolsar algunos puñados de euros más.
Lo último, y más importante será testimoniar cuál va a ser el destino de la finca. Unos buscaran cazar entre amigos, hacer y deshacer a su antojo, y otros la buscaran como negocio. No todas las fincas valen para ambos usos, y no todo el mundo puede permitirse tropezar varias veces en la misma piedra hasta encontrar lo que buscan.
No hay que precipitarse, el tiempo en muchas ocasiones jugará a nuestro favor.