La Comisión Europea considera que la caza es una herramienta de conservación en los terrenos de la Red Natura 2000

2 enero, 2018 • Noticias de caza

El venado no es una especie de interés para la conservación de la UE / Antonio Ruiz

El comisario europeo de Medio Ambiente ha respondido a una consulta de la Oficina Nacional de la Caza en torno a la actividad cinegética en el Parque nacional de Monfragüe.

La Comisión Europea entiende que la caza puede ser una herramienta que ayude a conservar los espacios de la Red Natura 2000 si se planifica y aplica correctamente.

Informa ONC | La Comisión Europea considera que “la caza sostenible puede ser una herramienta para ayudar a lograr los objetivos de conservación de la Red Natura 2000” y, más concretamente, del Parque Nacional de Monfragüe. Así lo ha explicado Karmenu Vella, comisario europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, en una respuesta oficial, en nombre de la Comisión, tras una consulta formal realizada por la Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural (ONC) en torno a la actividad cinegética en Monfragüe.

El comisario explica en su escrito que los espacios Natura 2000 Mofragüe y Monfragüe y las Dehesas del Entorno “se han designado para la conservación de determinados tipos de hábitats y especies de interés comunitario protegidos por las Directivas de Aves y Hábitats”. Y aclara que “el venado (Cervus elaphus) no es una especie de interés para la conservación de la UE y no está protegida por la Directiva de Hábitats”.

Por todo ello, la Comisión Europea concluye: “Si se planifica e implementa adecuadamente, la caza sostenible puede ser una herramienta para ayudar a lograr los objetivos de conservación de Natura 2000, por ejemplo, mediante el control de la población de especies que utilizan pastos como el venado”. Para el presidente de la ONC, Santiago Iturmendi, se trata de una comunicación de gran importancia por lo que supone de reconocimiento oficial de la actividad de la caza como herramienta de gestión en espacios protegidos.

Más allá de esta obviedad que cualquier conservacionista conoce, el comisario hace una llamada de atención a los dirigentes políticos recordando dos cuestiones importantes. La primera, que la designación de los sitios Natura 2000 (Parque Nacional de Monfragüe) no tienen como objetivo la conservación del venado, cuya caza y gestión es una cuestión de competencia nacional. Y segundo, que la Directiva Hábitats exige a los Estados miembros que eviten el deterioro de los hábitats y cualquier perturbación importante de las especies protegidas en los espacios Natura 2000, de forma que tienen la obligación de establecer las medidas necesarias para su conservación. Así, corresponde a las autoridades españolas competentes garantizar que la caza y otras actividades desarrolladas en los sitios Natura 2000, haciendo alusión a Monfragüe, sean compatibles con estas disposiciones.

Para el presidente de la Federación Extremeña de Caza, José María Gallardo, esta postura oficial de la Comisión Europea “viene a reforzar el trabajo de las entidades que apostamos por una gestión integrada de nuestros ecosistemas, donde la caza siempre ha sido un elemento importante y diferencial de los mismo. Además, debe servir para que las administraciones públicas aborden la caza en los parques nacionales con rigor técnico e independencia, alejados de los tabúes ecologistas”.

Y es que los datos del último estudio realizado por la Junta de Extremadura demuestran que la situación del Parque Nacional de Monfragüe es en estos momentos insostenible en lo que a sobrepoblación de determinadas especies se refiere, con un exceso de en torno a los 1.000 ciervos y casi 4.000 jabalíes. Como consecuencia, el Parque Nacional de Monfragüe y su entorno es una de las principales áreas de prevalencia de tuberculosis bovina de Extremadura, y el 62% de su valiosa vegetación presenta un deterioro alto o muy alto.

Hay que recordar que, según la actual Ley de Parques Nacionales, la caza y otras actividades tradicionales como el aprovechamiento agrícola, ganadero o forestal, quedarán prohibidos a partir de 2020, en un nuevo ejemplo de irresponsabilidad e ineptitud política.

A partir de ese momento el gobierno cifró en 2014 en más de 320 millones de euros las indemnizaciones por la finalización de la actividad cinegética en los parques nacionales, dinero que sale del contribuyente de a pie para sufragar el capricho ecologista de no cazar en estos espacios. Pero, además, estas indemnizaciones no solucionarán los actuales problemas sanitarios y ecológicos que sufren espacios como el Parque Nacional de Monfragüe por la sobrepoblación de especies de caza mayor.

Por todo ello la Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural y la Federación Extremeña de Caza consideran que la única opción realista y eficaz, además de adecuada al criterio de la Comisión Europea, es abordar una modificación de la Ley de Parques Nacionales que permita una gestión sostenible de los ecosistemas, aunque se excluya el ánimo de lucro, y que compatibilice los diferentes usos y aprovechamientos.


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