La cocina de caza vuelve a Juan Moreno

Algunos de los platos de las Jornadas de Caza / Víctor Visiedo

El restaurante almeriense celebra hasta el 27 de enero unas Jornadas de Caza en las que ofrece «una experiencia distinta al comensal» en la que se combinan innovación y tradición.

Como cada mes de enero, la mejor carne de caza llega a la cocina del prestigioso restaurante Juan Moreno, para deleitar a sus clientes con unas jornadas que se extienden hasta el 27 de enero.

Codorniz, ciervo, venado, perdiz y jabalí se convierten en los protagonistas de la propuesta en la que el chef veratense vuelve a demostrar su maestría para aunar la tradición de la cocina levantina con la innovación de un restaurante reconocido por la Guía Michelín por tercer año consecutivo con el distintivo ‘Bib Gourmand’ (cocina de calidad con un menú inferior a 35 euros).

“En estas jornadas proponemos una experiencia diferente al comensal, un paseo por las diferentes carnes de caza pero tratando cada producto con distintas elaboraciones y texturas”, explica el cocinero almeriense.

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Como siempre en las jornadas gastronómicas que organiza el restaurante Juan Moreno, o en su menú gourmet, los comensales verán pasar más de una decena de platos por la mesa. Un festín para el que merece la pena deleitarse con cada bocado, empezando por los dos pases de entrantes, seña de identidad de la casa. Pequeños bocados con numerosas elaboraciones y productos de primera calidad, con la caza como elemento común: yogur de foie, chips de panceta, tortillita del cazador, paté de faisán con espagueti de cítricos, pastel de codorniz, croqueta de jabalí estofado, piruleta de queso y chorizo de jabalí y capuchino de setas dan inicio al menú.

Tras el cóctel del cazador (con tequila, granadina, limón y menta), los sentidos se deleitan con una ensalada de brotes tiernos y codorniz escabechada, unas tostas con ‘nuestro tarro del cazador’, nueva creación de la casa con perdiz, y los bocaditos de caza (lasaña de venado y huevo de codorniz escalfado sobre cama de pisto). Después, un plato de cuchara tradicional de judías estofadas de perdiz, para concluir con un lomo de ciervo con salsa de arándanos. De postre, un sorbete de fruta prohibida y un esponjoso pastel de queso de cabra con bayas silvestres y café.

Informa Víctor Visiedo para lavozdealmeria.es