La caza es necesaria para mantener el equilibrio
Son muchas las noticias que surgen en los medios, sobre iniciativas para el control poblacional de especies que atacan a la agricultura, poniendo en peligro las cosechas o que invaden la ciudad, poniendo en peligro la vida de las personas.
Como muestra estas dos:
Los cazadores de Lalín a favor de las esperas nocturnas si prima la seguridad y Cazadores de Sagunto hacen turnos cada noche para abatir jabalíes.
La realidad cotidiana, mal que les pese a unos pocos, nos demuestra que si se deja una especie de libre albedrío, la naturaleza por si sola no es capaz de mantener un equilibrio del ecosistema. Las especies evolucionan y a cada generación suman más conocimiento con lo que consiguen más facilidad para atacar cosechas o acercarse a ámbitos urbanos sin que tengan miedo a ello.
Si no se pone coto, se produce un desequilibrio y desajuste que termina explotando por algún lugar. Por tanto, parece razonable la utilización controlada de ciertas propuestas que consiguen el equilibrio y con las que todo el mundo gana: cazadores, administradores, ganaderos, agricultores y público en general.
Esto no significa la consecución de políticas e ideas que sobrepasen los límites razonables y claros que se determinan de manera clara por expertos.