La caza del lobo desciende de 29 a 12 ejemplares en León

La provincia de León contaba con autorización para abatir 53 lobos, el mayor cupo concedido por la Junta de Castilla y León, que concedió para esta temporada un total de 143 para toda la comunidad. Sin embargo, en León solo se ha dado caza a 12 ejemplares, lo que supone un descenso de un 60% frente al año anterior en el que se abatieron 29 ejemplares.

El pasado 26 de febrero concluyó el periodo hábil para la caza deportiva del lobo en el norte del río Duero de Castilla y León, donde esta especie se considera cinegética. En la provincia de León se han abatido desde que comenzó la temporada el pasado 1 de septiembre un total de doce lobos, todos ellos en la reservas de caza de Mampodre y Riaño, un número muy inferior al cupo autorizado por la Junta de Castilla y León que establece un total de 53 para toda la provincia.

De todos modos, la caza de este animal ha descendido más de un 60 por ciento en León, respecto a la anterior temporada 2015/2016, en la que se abatieron un total de 29 lobos.

Al norte del río Duero, donde el lobo es una especie cinegética más, la Junta de Castilla y León aplica el llamado Plan de aprovechamientos comarcales de lobo y establece una serie de cupos en cada zona. En toda Castilla y León el cupo establecido para este temporada es de 143 ejemplares, siendo León, con 53, la provincia donde más lobos pueden cazarse (Mampodre y Riaño 17, Ancares 6, Astorga y La Bañeza 6, Cotos de Montaña de Riaño 5, La Cabrera 4, Montaña de Luna 4, Tierra de León 4, y Páramo, Esla Campos y Sahagún 3 .

La Junta justifica este plan en que el aprovechamiento cinegético sea ordenado y sostenible, en las comarcas donde la especie tenga la consideración de cinegética, «se considera la mejor herramienta para su adecuada regulación poblacional». Sin embargo son muchas las voces que desde los grupos ecologistas piden el fin de la catalogación cinegética del lobo, y se extienda la protección para este animal en todo el territorio nacional, algo con lo que no están de acuerdo la mayor parte de los ganaderos afectados por los ataques de este predador.

Castilla y León tiene la peculiaridad de diferenciar al lobo al norte del Duero, donde la especie es cinegética, y al Sur, donde goza de la protección de la Unión Europea. Este hecho tiene especial relevancia a la hora de evaluar la evolución de esta especie, ya que de las 179 manadas censadas en 2014 en toda la comunidad, que suponen un incremento del 20% con respecto al 2001, un total de 152 corresponden al norte del río Duero (132 en el año 2001) y 27 manadas al sur del río (17 en 2001).

A pesar de la presión cinegética, León es la provincia en la que más crece la especie de toda la comunidad. En total se estima la existencia de 54 manadas de las 44 estimadas en el 2001, pese a ser el territorio en el que la Junta autoriza más batidas precisamente para controlar la población.

Por orden de importancia en cuanto al número de manadas, figuran las Comunidades Autónomas de Castilla y León, Galicia y Asturias. En cuanto al área de distribución, se ha constatado su expansión en algunas zonas, fundamentalmente hacia el sur peninsular (Sistema Central, provincias de Ávila, Segovia, Guadalajara y de Madrid) y su rarefacción en el NE (País Vasco, Burgos y Soria), así como en zonas de la llanura cerealista de la Submeseta Norte y en Andalucía.

El censo en Castilla y León de 2014 actualizó los datos recabados en el periodo 2000/2001, en el que se contabilizaron 149 manadas en la comunidad. Entonces también León era la provincia con mayor presencia de esta especie, con 44 grupos familiares. La montaña leonesa es el territorio que cuenta cada temporada con el mayor cupo de lobos para ser abatido en los controles poblacionales.

Informa diariodeleon.es