El jabalí acaba con el 70% de las pequeñas producciones de cereal de Orense
Ganaderos y agricultores de la provincia reclaman acciones urgentes de la Administración ante lo que catalogan de “plaga”.
Un ganadero de Villar de Barrio pide que haya un «retén de cazadores profesionales» para actuar de inmediato en caso de daños.
La proliferación de la población de jabalí en la provincia en los últimos años está poniendo a ganaderos y agricultores contra las cuerdas, hasta el punto que no dudan en señalar que, «en las pequeñas producciones, como es el caso de las que hay en su mayoría en esta zona de Viana do Bolo, se ha registrado un descenso de hasta un 70% de las explotaciones en los últimos 15 años», subraya María Páez, que cuenta con una explotación de vacuno en este municipio. Una situación que «se repite en toda la provincia en esas pequeñas explotaciones -que son mayoritarias en Orense- de cereal y maíz», subraya Carlos Basalo, que tiene una explotación ganadera de 30 hectáreas en Villar de Barrio, en plena sierra de San Mamede.
Basalo explica que «la nuestra es como cualquier otra explotación de la provincia de Orense y como cada vez hay más jabalíes, los daños que están haciendo en los prados son también cada vez mayores; cuando entran en una finca la dejan inservible para segar». Esto, según señala, está llevando a muchas explotaciones «a una situación límite».
Reclama, como otros agricultores y ganaderos de la provincia, «acciones urgentes por parte de la administración para que el esfuerzo de quienes trabajan los pastos y producciones de cereal no vean que es baldío, salvo que la intención sea convertir esta provincia en un gran coto de caza».
Pide, por otra parte, que se cuente con «un retén de cazadores profesionales, como ocurre en Asturias con el lobo, que puedan actuar de inmediato en caso de que se produzca la aparición de grupos de jabalíes en alguna producción». Aunque no todos coinciden, María Páez, considera que en el momento actual, con la población de este mamífero tan desbocada, «ni las batidas de los cazadores son capaces de frenar este avance».
Bernardo Varela, concejal de Medio Ambiente en Allariz, reconoce que «el problema va en aumento, de hecho, ya hablamos con la Consejería de Medio Ambiente y los ‘tecores’ para buscar soluciones; y el caso es que, al no existir medidas, el problema crece y cada vez tenemos menos gente trabajando en el campo». Admite que «es algo que nos preocupa, porque la gente que tiene huertas para autoconsumo y la que tiene los prados para sembrar maíz y pasto padece en gran manera los daños; cada vez tenemos más población animal en lo rural y menos gente trabajando».
Añade que «ya queda poca gente trabajando en el campo y si además tienen ese problema…». Por otra parte, aclara que «la competencia en esta materia es de la Consejería de Medio Ambiente; nostros colaboramos con los ‘tecores’ en materia de limpieza y desbroce de las zonas que nos solicitan».
José Ramón Borrajo Castro cuenta con una explotación de ganado vacuno en Outeiro da Urraca, en el municipio de Allariz, y señala que «el problema de los jabalíes lo tenemos desde hace ya más de 30 años, pero la cosa está cada vez peor; a mí me afecta en la producción de maíz y en las praderas porque entran aquí y me levantan las tierras». Comparte esta explotación con otros dos hermanos y entre todos trabajan «alrededor de 400 fincas».
Demandas
Borrajo apunta que «yo ya he demandado a dos cotos de caza porque vas al jefe de caza y te dice que el responsable es el coto, si vas al coto te dice que es la Consejería… El caso es que el problema lo tenemos y cada vez peor, que vamos a tener que cerrar la explotación».
Informa Gonzalo Gay para laregion.es