Guipúzcoa alarga la temporada de caza al duplicarse el censo de jabalíes
La superpoblación de jabalíes en Guipúzcoa mantiene alerta a la Diputación. Las últimas andanzas de cinco ejemplares en San Sebastián, tres de los cuales fueron abatidos por un grupo de cazadores y dos huyeron, no han hecho más que sumar un capítulo a un problema que viene de lejos: estos animales son cada vez más numerosos, una plaga que desde la dirección foral de Montes y Medio Natural se ha propuesto combatir. Los datos de la evolución de la especie, a la que se sigue el rastro desde hace veinte años, demuestran que la población se ha duplicado en el último lustro.
El año pasado, el número de ejemplares vistos llegó a los 2.356 frente a los 1.216 de la temporada de caza de 2010-2011, un horizonte al que quiere volver la Diputación. Las estimaciones forales calculan que la población real alcanzaría los 3.800 ejemplares.
«Estamos fuera de los niveles de sostenibilidad de la población», afirma la directora del área, Arantxa Aristimuño, que aboga por «una mayor eficiencia de la gestión del jabalí», lo que se traduce en unos objetivos de caza entre las cuadrillas y las zonas de batidas autorizadas para reducir los niveles de población y regresar a unas cifras más equilibradas, explica.
El plan especial activado desde el Departamento de Desarrollo Rural, bajo el que se encuentra la Dirección de Montes, incluye como medida más novedosa la ampliación de la temporada de caza mayor (para jabalí y corzo), que arrancó este año el 3 de septiembre y finalizará el 2 de abril, cuando lo habitual era cerrar la veda a finales de febrero, un mes antes. La actividad cinegética, sujeta a las normas forales, ya se flexibilizó el año pasado en vistas a la superpoblación de jabalíes y corzos. Los días hábiles pasaron a ser cuatro: además de fines de semana y festivos, se autorizó a las cuadrillas a que también pudieran batir piezas los jueves.
Pero no fue suficiente. «La situación nos preocupa», admite Aristimuño, porque aunque el problema no se ciñe a Gipuzkoa -en Cataluña, por ejemplo, han lanzado un plan piloto para esterilizar ejemplares y evitar su reproducción- y afecta a muchos países europeos, los estragos obligan a tomar decisiones.
¿Qué hacer ante la proliferación de la especie? Lograr una «mayor eficiencia» de la actividad cinegética, «de manera controlada» en colaboración con la Federación Guipuzcoana, pero también incentivar a los particulares para que tengan limpias las zonas de bosque de su propiedad marcan los primeros pasos para intentar tener bajo control la especie, una tarea que no resulta sencilla.
La Diputación recuerda que el 60% de la superficie del territorio es bosque, y de esta parte, el 80% pertenece a particulares, y que a poco que las zonas se ensucien, los jabalíes encuentran su zona de confort. «Son animales salvajes que se adaptan muy bien y rápidamente a los diferentes hábitats», de ahí que ahora no sea tan extraño que se acerquen a zonas pobladas, lo que ha elevado el grado de preocupación. Su facilidad de reproducción, el hecho de que sufran pocas enfermedades y tampoco tengan un depredador natural facilitan también la expansión de la especie.
Aumentan cada año los daños a la agricultura, de los que se responsabiliza la Federación Guipuzcoana de Caza mediante un seguro (en 2015 se alcanzó la mayor cifra con 389 partes tramitados, un incremento del 46% respecto al anterior ejercicio), y los accidentes de tráfico que pueden dejar víctimas y cuantiosos daños económicos. Ahora se trata de intentar que la especie retroceda a zonas no pobladas, para facilitar su control mediante las batidas autorizadas.
Debagoiena y Tolosaldea
Durante la temporada pasada de caza mayor, se capturaron 1.163 jabalíes y 1.413 corzos en las 1.681 batidas realizadas, la mayoría de las cuales se dirigieron al jabalí (1.219). Se trata del número más elevado de batidas realizado hasta la fecha, y también una de las cifras de animales cazadas más alta, tan solo superada por los resultados de la temporada 2013-2014 cuando se abatieron 1.180 ejemplares en total. Las dos especies han crecido de forma exponencial en los últimos veinte años, si bien la de corzo se mantiene más o menos estable en el último lustro, no así la de jabalíes. Esta especie presenta una evolución al alza y se estima que en los últimos quince años la población de Guipúzcoa ha crecido a un ritmo del 8% anual.
La media de jabalíes cazados por cuadrilla fue de 30, y el máximo alcanzado 104. Las zonas donde más se cazó fueron Debagoiena (229) y Tolosaldea (195). Por superficie relativa, Idiazabal ocupa el primer puesto (1,5 ejemplares por hectárea forestal), seguido de Bidasoa-Oarsoaldea (1,23) y Tolosaldea (1,04).
De los 1.163 jabalíes cazados, el 53% fueron machos y el 47%, hembras. El peso medio de los machos cazados se registró en 58 kilos. La pieza de mayor tamaño alcanzó los 131 kilos. Fue cazado en Usurbil el 14 de noviembre del año pasado. En el caso de las hembras, el peso medio fue de 49 kilos. La de mayor tamaño, cazada en Zumarraga el 31 de enero de 2.016, alcanzó los 90 kilos.
Informa: Arantxa Aldaz para diariovasco.com