Guía para comprar una escopeta de caza
Ahora que ha finalizado la temporada de caza y los fabricantes van a empezar a presentar sus nuevos modelos de cara a la temporada 2016-2017, es un buen momento para reflexionar sobre si nuestra escopeta necesita ser sustituida por otra que se adapte más o mejor a las diferentes modalidades cinegéticas que practicamos. Hay muchas circunstancias por las cuales es buena idea renovar nuestro arma, empezando porque cuanto más modernas sean las escopetas mejores tecnologías emplearán, tanto para lograr mejorar la velocidad de recarga como para conseguir un plomeo más efectivo, no dejando de lado que serán herramientas de caza con importante ingeniería dedicada a la reducción del peso, retroceso y mejora de su estética.
Dicho esto, es conveniente saber en qué parámetros debemos fijarnos para adquirir una escopeta, de forma que acertemos con la compra a la primera y luego no le demos vueltas a la cabeza por si acaso nos hemos equivocado. Estar a gusto con un arma es el factor psicológico que puede marcar la diferencia en nuestras jornadas en el monte.
El factor primordial para elegir correctamente un arma es saber que utilización le vamos a querer dar.
Hay que valorar que en el mercado nos encontramos con escopetas acabadas en madera tanto en culata como en guardamanos; estas escopetas son idóneas por estética y comodidad frente al retroceso, pero a cambio presentan una fragilidad mucho mayor que las escopetas construidas con polímeros. Si ya sabemos que material preferimos, continuemos.
Si vamos a la elegir una escopeta para la caza al salto será vital que tenga un peso contenido y que nos permita un encare rápido y cómodo, es decir, que su ergonomía sea la adecuada a nuestro cuerpo. De la misma forma será de agradecer que nos permita el mayor número posible de disparos para poder efectuar dobletes e incluso algún que otro triplete, algo a lo que nos ayudará también poder elegir entre diferentes chokes para variar el plomeo en función del tipo de terreno y las piezas a abatir.
Por el contrario, si vamos a buscar una escopeta para la caza en puesto la cualidad de la ligereza no será determinante -quizá hasta se agradezca que tenga un peso algo elevado-, pero si lo será el retroceso que dicha arma pueda tener, por lo que deberemos de elegir un modelo que incorpore avanzadas medidas anti-retroceso, dejando más de lado el tema de los chokes, ya que habitualmente utilizaremos las mismas estrellas, variando a lo sumo un par de ellas.
Como ejemplo, la caza de la becada va a requerirnos efectividad en disparos cortos, por lo que nos interesará una escopeta con cañones de no mucha longitud y que sea manejable. Equipada con chokes abiertos que nos faciliten un disparo rápido y efectivo.
En el hipotético caso de buscar una escopeta para combinar caza menor y mayor, lo idóneo será elegir un modelo que tenga dos juegos de cañones -normal y slug-, ya que el rendimiento de este último es mucho mayor en disparos cortos debido a su estriado interno, por lo que su efectividad se verá incrementada y el cañón de ánima lisa no sufrirá absolutamente nada.
No está de más fijarnos en el tamaño de la recámara que tiene, puesto que una recámara de 70mm no va a permitirnos utilizar cartuchos de grandes cargas, algo que si logrará una recámara de 76mm. Esta última puede permitirnos también -en función de la escopeta- disparar con cartuchos de perdigón de acero sin dañar el ánima del cañón, algo que se puede agradecer si practicamos la caza de acuáticas en humedales.
Una vez que ya tenemos claro la utilización que le daremos, nos es importante ahondar en factores como el precio que queremos gastarnos; íntimamente ligado al factor precio va otro, el de querer comprar algo nuevo o de segunda mano.
Un arma que estrenamos nosotros siempre va a darnos la garantía de saber que no hay ningún defecto oculto y que en el caso de cualquier fallo en la fabricación no tendremos que abonar un solo céntimo, cosa que no podremos saber tan a ciencia cierta cuando el arma proviene del mercado de ocasión, salvo que nosotros hayamos conocido la vida de dicha escopeta. Si se puede, es una opción sumamente recomendable pese a que nos implique buscar gamas más económicas por el simple hecho de ser armas a estrenar.
En el caso de no querer gastarnos mucho y buscar un arma de las marcas con más renombre del mercado, deberemos irnos al mundo de la segunda mano. Cuando encontremos una escopeta que nos guste será importante visualizar tanto su estado exterior -nos dará idea de la vida que ha podido llevar- como su estado mecánico, labor esta que al ser más ardua es recomendable derivar a un armero cualificado que la revise y pruebe antes de la compra.
Considero importante no pagar el primer precio que pida el vendedor, ya que como se suele decir hay más burros que pesebres y la venta de un arma a día de hoy es más compleja que lo que lo era hace unos años. Salvo en el caso de encontrar un chollo, jugad un poco con el precio y desconfiad de las armas maravillosas a precios ínfimos; nadie da duros a cuatro pesetas.
Una vez que tenemos claro el precio que queremos gastarnos y el uso que le vamos a dar, ya tenemos los principales factores para que se nos empiecen a poner los dientes largos, pero es recomendable visualizar más allá.
Otra característica a tener en cuenta es el mantenimiento que nos va a requerir el arma tras acabar nuestras jornadas de caza o tiro. Una escopeta yuxtapuesta o una superpuesta son armas que apenas nos van a requerir tiempo y esfuerzo para su cuidado; con soltar y engrasar los chokes intercambiables -si es que los tienen- y limpiar la báscula y el interior de los cañones será más que suficiente, no obviando aliviar los muelles de los martillos y engrasar levemente las zonas de desgaste por rozamiento (como los extractores o expulsores en función del modelo) y el exterior del arma para combatir el óxido.
Algo similar sucede en el caso de las escopetas semiautomáticas por mecanismo de inercia -la marca más conocida que fabrica escopetas con este sistema de funcionamiento es Benelli-; este tipo de mecánica apenas requiere mantenimiento, por lo que con una limpieza que combata el óxido al finalizar la jornada y una limpieza del interior del cañón será más que suficiente, siempre que la utilización no haya sido especialmente intensiva o lleve varias jornadas sin desmontarse. En caso de ser así es recomendable sacar el cerrojo del armazón y proceder a su limpieza junto con la de su cabezal y su bloque disparador. En caso de no saber hacerlo, por un módico precio cualquier armero autorizado lo realiza en pocos minutos.
Si nos referimos a escopetas con sistema de carga por mecánica de muelles -prácticamente en desuso salvo modelos como la Franchi 48AL o la Browning Auto 5-, nos encontramos con una mecánica muy similar a la inercial, de mantenimiento fácil y rápido pero con un poquito más de complejidad debido a los muelles y arandelas necesarias para el retorno del cañón a su posición inicial.
La parte negativa en este aspecto del mantenimiento se la llevan las escopetas semiautomáticas con sistema de accionamiento por gases, que ofrecen la mecánica más sucia de todas las anteriormente expuestas. Deberemos de pensar que esta escopeta agradece el mantenimiento periódico de su sistema de gases para garantizarnos un correcto funcionamiento. Tampoco es algo del otro mundo, con una correcta limpieza de la cazoleta, los agujeros comunicantes del cañón y el pistón de gases tendremos hecha la labor. A cambio, son las escopetas cuyo funcionamiento es más progresivo y su retroceso más agradable de soportar.
Los fabricantes han logrado crear escopetas que aúnan belleza, innovación, ligereza, efectividad y ergonomía a partes iguales, y algunas de ellas con unos precios realmente comedidos. Da igual que busquemos armas semiautomáticas, yuxtapuestas o superpuestas; el mercado nacional e internacional tiene un surtido tan variado que nos permitirá elegir modelos que se ajusten a nuestras preferencias. Ahora que ya tenemos claro que debemos saber a la hora de elegir un arma es el momento idóneo para darnos un pequeño capricho.