Gran enfado entre cazadores por la propuesta de esterilizar en lugar de cazar

Un jabalí junto a un rayón / Javier Mora

La cifra de 400 crías que no habrían nacido, que fue publicada por diferentes medios, y la petición de que esta «fórmula de control ético» sustituya a la caza en todo el país han provocado la indignación entre las sociedades de cazadores del Vallés Occidental y de la provincia de Barcelona.

Malestar entre las sociedades de cazadores del Vallés Occidental y de la provincia de Barcelona. Los datos sobre la prueba piloto con vacunas anticonceptivas para reducir la población de jabalíes en las zonas urbanas cercanas al Parque Natural de Sant Llorenç del Munt, pero sobre todo la «falta de apoyo público de las administraciones», han encendido una mecha que, estas alturas, parece difícil de apagar. Las sociedades de cazadores se reunieron en Castellar del Vallés y decidieron emprender medidas de presión, que pasarían por acortar la temporada de caza, que actualmente es de septiembre a marzo, y dejarla de octubre a febrero. Las sociedades están, justamente estos días, valorando su decisión, aunque el presidente de la Federación de Caza en Barcelona, ​​Joaquín Zarzoso, ya adelanta que «la gente está muy enfadada y dispuesta a todo».

¿Pero cuál es el origen del problema si se tiene en cuenta que los cazadores no sólo no son contrarios al estudio sino que, como colectivo, colaboran habitualmente con la administración y la universidad? Pues todo ello tiene su origen en la nota de prensa que hizo la comisión de protección de los derechos de los animales del Colegio de Abogados de Barcelona que cifró en 400 las crías de jabalí que han dejado de nacer en el primer año de esta prueba piloto. El responsable técnico del proyecto, el director de sanidad y anatomía de la Facultad de Veterinaria de la UAB, Manuel López-Béjar, ya explicó a este diario que «esta cifra es sólo una estimación» y que no seguía ningún parámetro científico. Es más, López-Béjar, aunque afirmó que la vacuna había sido efectiva en el 100% de las hembras de jabalí tratadas ya que ninguna de ellas, al ser recapturadas, tenía hormonas sexuales a sus ovarios, también explicó que estos datos debían analizar con mucha precaución, ya que eran sólo las del primer año de un plan piloto de cuatro.

La cifra de 400 crías que no habrían nacido que fue publicada por diferentes medios y la demanda, del mismo colegio de abogados, que esta «fórmula de control ético» sustituyera la caza en todo el país, han provocado la indignación de los cazadores. «No entendemos que entidades que colaboran con el estudio hagan afirmaciones que no se corresponden con la realidad y tampoco entendemos que los que elaboran el estudio y las diferentes administraciones, que lo pagan, no reaccionen y desmientan estas falsedades», lamenta Zarzoso. «Mentiras como estas perjudican nuestra imagen, cuando cada año capturamos más jabalíes porque la administración tiene un problema de sobrepoblación y nos lo pide», sentencia el presidente de la Federación de Caza de Barcelona. Zarzoso asegura que cada captura le cuesta de media, al cazador, unos 1.300 euros. «La caza es un derecho, una actividad de ocio y si ahora cazamos más es porque hay sobrepoblación y nos lo piden», sentencia. De hecho, el 50% de las capturas de jabalí que se hacen en Cataluña son para caza.

Esta, pues, es una medida de presión muy grande que tiene el colectivo. Y piensa usarla «si aquí en agosto la Administración no deja claro que la caza es una actividad legal y, actualmente, necesaria para luchar contra la sobrepoblación del jabalí», detalla Zarzoso. Actualmente, en la zona donde se prueba la vacuna, Tarrasa, Matadepera, Varicasas y San Cugat, hay una decena de sociedades de cazadores, pero Zarzoso asegura que ya han recibido ofertas de cotos, incluso de fuera de Cataluña, porque vayan a cazar en septiembre si finalmente se secunda el boicot.

Informa Juan Rueda para elpuntavui.cat