Gobierno Trump y ganaderos frente a ecologistas por las «bombas» para matar depredadores

13 julio, 2020 • Noticias de caza

El M-44 es un sistema para matar coyotes y zorros que provoca enfrentamientos entre ganaderos y ecologistas, lo que motiva revisiones continuas acerca del empleo de las denominadas «bombas de cianuro»

Redacción | Un cebo oloroso atrae a un coyoye. El animal se acerca, huele y muerde. Al hacerlo, el cebo expulsa un gas tóxico que mata al carnívoro. Alrededor de este dispositivo que escupe un chorro de veneno hay defensores y detractores. Estados Unidos se divide sobre el uso de las denominadas «bombas de cianuro» que, según el Departamento de Agricultura norteamericano (USDA), matan anualmente unos 14.000 predadores, principalmente coyotes, pero que se emplean para evitar pérdidas al sector ganadero que superan los 200 millones de euros, según afirma Benny Cox, presidente de la Asociación Americana de la Industria Ovina. Cientos de miles de peticiones exigen al Gobierno Trump que prohíba el uso de estos dispositivos por el peligro que conllevan, mientras que los ganaderos sostienen que se trata de una «herramienta esencial para proteger el ganado de nuestra nación».

Las «bomba de cianuro» o M-44 es un dispositivos registrado en el USDA —todos los productos de cianuro de sodio se registraron por primera vez en 1947— que solo puede ser utilizado por personas autorizadas en los Estados de Montana, Nuevo México, Dakota del Sur, Texas y Wyoming. Consiste en una cápsula de cianuro —menos de 1 gramo— que se emplea para matar coyotes, perros asilvestrados y zorros que atacan al ganado, principalmente a ovejas y corderos. El dispositivo tiene un cápsula con un sistema de expulsión del producto nocivo. El animal se atrae mediante un cebo oloroso y, cuando muerde y tira del cebo, el cianuro es expulsado dentro de la boca del carnívoro, provocándole la muerte casi instantánea.

Rifirrafe sobre el uso de las «bombas»

Coyotes, zorros y perros asilvestrados causan daños en las explotaciones ganaderas que, según una encuesta del Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas, ascendieron a 118.032 ovejas y corderos en 2015. Ese mismo año se estima que hubo pérdidas de 180.000 cabras. Coyotes, zorros y perros salvajes son los causantes de la muerte de ovejas, cabras, pollos, patos, pavos y otras aves de corral. Donald Trump renovó en 2019 la autorización de este sistema de control de predadores silvestres.

No obstante, debido a las críticas sobre el uso indiscriminado y no selectivo de las «bombas de cianuro», que pueden afectar a personas y a animales domésticos —en 2019 se presentaron 20.000 cartas de oposición cuando se planteó la renovación del uso de estos dispositivos—, en agosto del año pasado Andrew Wheeler, administrador de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), anunció que la Agencia volvería a evaluar el uso de los dispositivos M-44 para controlar a los animales salvajes que atacan al ganado y otros animales. «Este asunto merece un análisis más profundo y discusiones adicionales» entre la EPA y el USDA, señaló Wheeler, que esperaba seguir con ánimo dialogante «para asegurar que el ganado de los Estados Unidos siga estando bien protegido de los depredadores peligrosos» sin causar daños a personas u otros animales domésticos.

Algunas de las limitaciones que se adoptaron en 2019 sobre uso del M-44 consisten en la prohibición de colocar las «bombas» a menos de 180 metros de viviendas o residencias (salvo que un propietario lo haya autorizado en su terreno), distanciar unos 100 metros la colocación de los dispositivos de carreteras y caminos públicos, así como la colocación de dos señales elevadas y visibles de advertencia que señalen la ubicación del cebo.

Minimizar riesgos

Para minimizar el impacto de este método de control de carnívoros, el USDA explica que la colocación y el tipo de cebo son medidas que lo hacen más selectivo para incidir sobre las especies objetivo, como son coyotes o zorros.

Desde 1996 hasta 2006, más del 97% de animales muertos por M-44 fueron las especies objetivo. El Departamento de Agricultura entiende que existe un riesgo con aquellos perros que campeen libremente por áreas de actuación, como son los entornos a establos y naves ganaderas, pues puede acudir al cebo, morder, tirar y recibir la descarga de cianuro, lo que provocaría su muerte. El USDA recomiendo a los dueños de las mascotas que las lleven atadas y alejadas de las áreas donde los M-44 pueden estar en uso.

Las «bombas de cianuro» no se colocan, advierte el USDA, en aquellas áreas donde hay presencia de animales amenazados o en peligro de extinción que pudieran ser perjudicados.


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