Ganaderos asturianos valoran llevar a los tribunales al Gobierno del Principado

Una de las ovejas xaldas atacadas por el oso / Segundo Menéndez

El ganadero Segundo Menéndez explica que cuando los osos van a por carne debido a la falta de fruta ya no quieren alimentarse con otra cosa.

Sería la primera vez que un grupo de ganaderos decidiese llevar ante el juez a la administración regional a causa de los daños causados en sus explotaciones por la fauna salvaje. Están cansados y se sienten desamparados. Así lo explican después de intentar durante mucho tiempo que la consejería entendiese que los daños van mucho más allá de la muerte del animal. El perjuicio, dicen, es mucho mayor, como lo explica Segundo Menéndez, propietario de una de las cabañas de Oveya Xaldamás importantes de la región. Sus rebaños, en Caldevilla de Rengos (Cangas del Narcea) han sufrido dos ataques de osos en apenas unas semanas: “Ahora hay poca fruta y los osos van a por la carne. Para llegar al ganado derriban los cercados que haga falta y eso no se paga”.

Segundo explica que las cosas pintan mal y que los osos, si tienen carne a su disposición, prefieren hacerse con una oveja o una cabra antes que seguir buscando fruta, así que ya cuenta con que continuarán los ataques: “Luego, para cobrar los daños tienes que demostrarlo aportando el crotal del animal, encontrando su cabeza… pero los osos no dejan nada, para ellos una oveya xalda ye como un pincho, no dejan nada”. Tanto es así, cuenta en Asturias Hoy por Hoy, que el año pasado lobos y osos le mataron 40 reses “y este año he conseguido cobrar por sólo una de ellas”.

Por eso, porque no ven salida, porque se sienten abandonados y desamparados, estudian llevar el asunto ante los tribunales. La situación actual, denuncian, es insostenible. Asegura que de seguir así, serán la última generación que resista en el medio rural asturiano. Cuando a Segundo le preguntas por cómo atajar el problema con el oso, siendo esta una especie protegida te recuerda que la oveja xalda es una especie también en peligro de extinción y nadie se acuerda de ella salvo sus criadores que cumplen los más estrictos requisitos para su cría y recuperación, un hecho que también pone los rebaños en riesgo, al compartir hábitat con lobos y osos que juegan con ventaja.

Si algo es cierto, es que en algunas comarcas asturianas, el hombre, su ganado y el oso comparten territorio y la situación tiene muy poco de sostenible. Segundo Menéndez le hecha humor: “Acabaremos echando la partida con ellos, tan cerca estamos unos de los otros”.

Informa cadenaser.com