Galgos, nacidos para cazar
Actualmente, la caza con galgos sufre dos grandes lacras; en primer lugar los robos, los galgueros estamos indignados sobre los pocos recursos que tenemos para encontrar nuestros galgos.
La Federación Española de Galgos cuenta con un sistema de registro más eficaz que el microchip, el tatuaje, más difícil de eliminar aunque creo que implantado a menos edad evitaría que los robos afecten a cachorros. Aquel que roba un galgo no sólo roba un perro, se lleva con él muchas horas de dedicación, sueños, ilusiones, esperanzas, días de caza y anécdotas que están por encima del valor económico. En segundo lugar están esos animalistas que difaman sobre un deporte desde el desconocimiento, como se ha demostrado, por ejemplo, en un programa de televisión donde ha aparecido un galgo tatuado con el chip sustraído, que estaba robado y denunciado. Estos animalistas publican miles de atrocidades sobre esta raza mientras que ellos los recogen para vender adopciones a otros países. Hablan desde el desconocimiento.
La mayoría de las barbaridades que se cometen suelen ser sobre galgos robados, maltratados por los mismos ladrones por resultarles inservibles, y las repulsas de estos actos recaen en los galgueros que dedican su tiempo a aquellos que son mucho más que sus perros, son su forma de vida y dedicación.
Los galgos son animales que tienen instinto depredador, son cazadores por naturaleza, un galgo adoptado no es más feliz en un sofá de un piso de 90m2 y saliendo dos veces al día a hacer sus necesidades. Los galgos son perros atletas, que necesitan entrenamiento diario. Nosotros no los enseñamos a cazar, es pura genética, disfrutamos viendo una carrera disputada de animal a animal, poder a poder, dando siempre ventaja a la liebre, el animal que más cuidamos después de nuestros galgos. Animo a todos los que desconocen sus cuidados, mantenimiento, alimentación, entrenamiento y caza a vivirla en primera persona, que hablen con varios galgueros «de los de toda la vida», aquellos mayores que pasean por su pueblo una collera de galgos, que les cuenten su afición, sus galgos, sus anécdotas. En ese momento conocerán otra perspectiva.
Como cazadora pertenezco a varias federaciones, entre ellas la Federación Extremeña de Caza y la Federación Española de Galgos, a las cuales agradezco el apoyo dado al sector de la caza con galgos cuando más daño nos están haciendo con mentiras y relatos irreales de nuestra pasión y deporte. La última edición del Campeonato de España de Galgos en Campo de su Majestad el Rey se ha celebrado en Osuna, Sevilla. A la final llego la galga «Gitana», de Julio Herrera, que a pesar de resultar muy dañada en octavos, cuartos y semifinal, demostró sobre el terreno sus dotes con casta y corazón, resultando ser subcampeona de España, desde aquí dar la enhorabuena por esa gran actuación a todo su equipo.
Una de las propuestas para comenzar a cambiar es cuidar nuestra liebre, alimentarla, eliminar depredadores y proponer a la sociedad cazadora que la respete, pues la escopeta tiene otras modalidades de caza mientras que el galgo sólo tiene la liebre.
La caza con galgos es algo que vivo de una manera inexplicable. La dedicación diaria que tienen mis perras, los cuidados, el entrenamiento para disfrutar de una buena veda, tanto en competición como en mi coto social, es algo único que hay que vivir y sentir. Disfruto del campo cada día que salgo, escuchar cantar aquellas perdices que salen al alba, las liebres que se encaman, mis perras nerviosas esperando ansiosas que la rabona salte y de comienzo la carrera es el sentimiento que te llena esta afición. Ahora comenzamos a tachar los días para que llegue octubre, nos esperan unos meses largos de dedicación, crianza de cachorros, esmero y sueños por cumplir. ¡Viva la mujer cazadora, la caza y los galgos!
Patricia Sierra
Directiva de Jocaex. Publicado en hoy.es