El galgo es un perro atleta hecho para cazar y correr
El galgo no es un animal doméstico, y si se queda en casa sus músculos «se atrofian porque necesita estar en movimiento», dice el presidente de la FAG.
Antonio Raya afirma que la mayoría de galgos abandonados son los de «personas que los han robado, los han usado y cuando han visto que no sirven los han tirado».
El galgo desde siempre es un animal destinado a la caza. En la antigüedad, tener un can de este tipo era sinónimo de tener comida, pero con el paso del tiempo la vinculación de este perro a la búsqueda de alimento se fue desvirtuando. «Hoy en día el galgo se usa para la cacería deportiva porque es un canino hecho para correr», afirma Antonio Raya, vicepresidente de la Federación Andaluza de Galgos (FAG). A pesar de las polémicas que están afectando al mundo del galgo, los amantes de estos animales siguen defendiendo que este tipo de perro corre porque está hecho para la alta competición. Además, apuestan por sus cuidados e invierten en búnkeres para protegerlo del robo porque es la primera causa de abandono y de maltrato.
En esta línea, Raya aclara que «en la actualidad el galgo tiene, sobre todo, un papel destacado en este tipo la caza deportiva porque es un animal atleta». De hecho, el can es un ser del que se esperan buenas carreras y por este motivo los galgueros lo someten a intensos periodos de entrenamiento. «Cuando un galgo está entrenando te pide más entrenamiento, ellos mismos nos demandan el ejercicio», apunta el vicepresidente de la FAG.
Respecto a la preparación del galgo, Raya afirma que «después de terminar la época cinegética y cumplido el periodo de descanso, en junio empezamos a entrenar a los animales». Durante las jornadas de trabajo el animal hace carreras de muchos kilómetros para mantenerse activo para las épocas de caza venideras. Los cazadores coinciden en que un galgo no es un animal doméstico. «Si se queda en una casa, los músculos se les atrofian porque necesita estar en movimiento», atestigua Raya.
A pesar de someterlos a intensos tratamientos, los cuidadores de galgos profesionales presumen de los cuidados que se les proporcionan al animal. El principal castigo que sufre este perro en las épocas de caza, según el miembro de la FAG, es el robo. Así, Raya reconoce que «la mayoría de los que aparecen abandonados son de personas que los han robado, los han usado y cuando han visto que no sirven los han tirado».
Informa abc.es