El furtivismo es el asunto medioambiental que más preocupa a la Fiscalía de Huelva
El fiscal de Medio Ambiente de Huelva dice que los furtivos han entrado «en una dinámica de agresividad, de violencia y de no entender que eso es un delito grave incomprensible».
El furtivismo se ha convertido en uno de los asuntos medioambientales que más preocupa a la Fiscalía de Huelva. Se concentra, fundamentalmente, en el entorno de Doñana y en la comarca de la Sierra, los lugares preferidos para aquellos que deciden saltarse las normas a la torera.
Afirma el fiscal delegado de Medio Ambiente en la provincia, Alfredo Flores, que para muchos de ellos «es una adicción» y, por tanto, la reincidencia es el pan nuestro de cada día. El problema de base es de «educación y concienciación», añade, porque muchos de los detenidos por caza furtiva «no son capaces de entender que es un delito y te dicen que ellos lo han hecho siempre, que no cazan especies protegidas».
De hecho, suelen ir a por venados y jabalíes, pero «si entras en un coto sin estar autorizado, ya estás cometiendo un delito, que conlleva para el propietario un perjuicio económico grave».
En Doñana sí ha ocurrido que «hemos encontrado algún lince desaparecido del que sólo aparece el collar; no porque hayan ido a por el lince, sino porque se les puede cruzar y le disparan; y claro, luego hay que deshacerse del cuerpo», apunta Flores.
En el último año se han dado «bastantes casos» de furtivos que son sorprendidos por la noche.
Tanta es la tensión de éstos con las autoridades que se han registrado enfrentamientos con la Guardia Civil (Seprona) o casos de agresiones a guardas forestales. «Tuvimos una condena porque golpeó a un guarda con una piedra en la cabeza, causándole un traumatismo craneoencefálico», recuerda el fiscal. «Han entrado en una dinámica de agresividad, de violencia y de no entender que eso es un delito grave incomprensible». En este sentido los juzgados y la Audiencia de Huelva han sido «muy contundentes».
Los asuntos penales de furtivos relacionados con el mar tienen que ver «con gente que pillas en el paraje natural Marismas del Odiel con barcas y nasas que arrasan todo el fondo, o cogiendo anguilas».