Las ferias de caza tienen que replantear su modelo
Aunque este próximo fin de semana (5-6 de Octubre) todavía hay alguna feria de caza, finalizado Septiembre es hora de hacer balance del período de ferias que comienza en Madrid el primer fin de semana de Marzo.
Este año 2013 va a ser recordado por un sentimiento general de fracaso del conjunto de ferias de caza; bien porque algunas no se han podido celebrar u otras porque el modelo necesita revisión.
En el contexto de crisis actual, la inversión de una empresa de caza en una feria es elevada. A grandes rasgos:
1. Pagar por el stand
2. Material promocional para la feria
3. Estancia en un hotel 2 ó 3 personas (1 persona suele ser los menos)
4. Invertir tiempo en preparar la feria
5. Llegar el día antes a montar
6. Desmontar e irse
Estamos hablando de una inversión de media de unos 1500 € si tenemos en cuenta un stand pequeño. Esta cifra es muy elevada porque no se rentabiliza en la feria propiamente dicha y en muchos casos, nunca se consigue.
Además, tenemos una cantidad ingente de ferias o propuestas de ferias: Madrid, Valencia, Murcia, Jaén, Sevilla, Córdoba, Valladolid, Badajoz, Pamplona, etc. por nombrar las poblaciones más relevantes.
Otro elemento más: el cierre de empresas y la caída de cazadores al extranjero limita el número de empresas disponibles para ir a las ferias.
Por lo tanto tenemos un escenario de:
- Crisis económica que limita el gasto de los cazadores
- Una inversión elevada por feria
- Pocos potenciales clientes para todas las ferias
Y de otro lado tenemos al cazador, que todavía disfruta de ir a una feria de caza para ver sobre todo novedades en armas y todo lo demás. Pero las empresas distribuidoras o fabricantes han decidido cambiar su modelo y ya no apuestan por las ferias presenciales. Su guerra es otra.
Y claro, el cazador ilusionado de hace unos años ahora mira todos los detalles, como por ejemplo el precio de la entrada. Y en muchos casos, los precios son «mentalmente» excesivos, es decir, 5 € por una persona esta bien, pero si son 4 en la familia, ya van 20 € más luego el parking, etc. Esto tiene tres consecuencias fundamentales;
- Que mucha gente decida ir sola
- que otra mucha gente se quede sin ir porque no puede pagar
- que muchos de los que van, se sientan decepcionados porque no ven que la feria les haya merecido la pena.
Algunas ferias intentan llegar a acuerdos para obtener descuentos en las entradas, otras simplemente quieren solo un tipo de público y por eso el precio es elevado.
Con estos elementos, tenemos el cóctel explosivo perfecto: descontento de las empresas que participan y descontento de los visitantes por lo que pagan.
Y durante este año la tónica general ha sido esa. Ferias de reducido tamaño, con pocos stands de caza y gente cabreada. Eso sí, todas las notas de prensa hablan del éxito de la feria. Dando datos de asistencia como si fueran importantes, cuando el valor esta en el negocio que se hace, no en la gente que va.
Hasta hace poco, una feria que presumía de tener 40000 visitantes en 4 días, ha desaparecido. Si siempre han sido un éxito, ¿cómo es posible?.
Creemos que es necesario que los organizadores feriales, reflexionen sobre lo que han hecho y se planteen innovar o no dar la feria de caza hasta que las condiciones no sean idóneas.
Como empresa de Internet, pensamos que hay recorrido para las ferias de caza, porque permiten el contacto cara a cara con muchos usuarios. Pero hay que hacer un planteamiento diferente. Con un recorrido a largo plazo, involucrando a las empresas participantes.
No digo que sea fácil. Digo que hay que intentar cambiar algo porque si el 2013 ha sido un «annus horribilis», el 2014 no se presenta mejor.