Félix Rodríguez de la Fuente jamás se sentiría identificado con Lobo Marley según su hija
En una entrevista concedida por la hija de Félix Rodríguez de la Fuente a “La Opinión de Zamora”, Odile afirma que “Mi Padre Jamás se sentiría identificado con la acción de trincheras de Lobo Marley”.
Odile Rodríguez de la Fuente es la diferectora de la Fundación que lleva el nombre de su padre: Fundación Felix Rodríguez de la Fuente. Opera actualmente en Zamora con las denominadas Aulas de Naturaleza impulsadas por la Diputación Provincial y Zamora Natural, que llevará los cuadernos de su padre a varios pueblos de la provincia.
La entrevista, que no tiene desperdicio, cuenta con una serie de preguntas sobre el lobo ibérico, su principal problemática y la situación actual:
-¿Conoce a Lobo Marley, una plataforma en defensa del lobo que ha llenado muchos titulares tanto locales como nacionales?
-Claro que lo conozco. Lo respeto, pero me parece que está en una posición muy radical que al final tiene un efecto negativo sobre el lobo. Desde mi punto de vista, es una posición errónea porque es muy batallante. Han utilizado mucho el nombre de mi padre, pero él no se sentiría en absoluto identificado con Lobo Marley y yo, tampoco. Hay que celebrar cualquier forma de protección de la naturaleza pero no hay que hacerlo en forma de lucha contra el mundo rural ni con una posición tan batalladora que conlleva actividades que, a mi juicio, son intolerables. Al final todo eso tiene una repercusión todavía más negativa sobre el lobo. Yo creo que no utilizan la estrategia adecuada y hay otras formas de defender al lobo, aunque sean más a largo plazo. Una casa bien hecha no se construye en poco tiempo, las cosas no son blancas o negras. Hay que ver dónde está el problema y con quién hay que trabajar para convertir lo que ahora mismo es un problema en parte de la solución y que sea un aliado. Con un posicionamiento de trinchera lo que se logra es enconar conflictos.
-Hasta los años 70 el lobo era prácticamente una plaga y el Gobierno pagaba recompensas por su exterminio. ¿En qué momento el cánido pasó a estar protegido frente a otros intereses como, por ejemplo, los de los pastores de ovejas?
-En el momento en que surgen propuestas nuevas. Por eso yo quiero rodearme de gente innovadora. Mi padre tenía una postura de equilibrio y consenso respecto al lobo, y siempre teniendo en cuenta las dos caras de la moneda: las personas y el lobo. Nuestra posición tiene que ver con educación, convertir al animal en un valor añadido e implicar a los afectados. En esta situación hay muchos extremismos tanto por el lado urbanita, que sacraliza al lobo y demoniza a cualquier sospechoso, como en el mundo rural, porque hay mucho ganadero absentista que no es vocacional o que está a cobrar la ayuda y solo quieren armar jaleo. El lobo es el chivo expiatorio de los problemas de un mundo rural que agoniza. Sin embargo, es precisamente el lobo el que debería convertirse en la herramienta que ayude a los verdaderos ganaderos y a los pueblos que apuestan por su acerbo cultural y su biodiversidad.
-Zamora y la región del Duero es uno de los territorios con más población de lobo ibérico. ¿Su pervivencia está asegurada?
-Lo está. Además, hemos visto que desde los años 70 pasó de ser un animal dañino a una especie cinegética. Desde entonces se ha visto una recuperación y una mayor población de lobos. Son animales sociales con estructuras muy intrincadas y cuando se eliminan partes fundamentales de una familia se termina haciendo más daño. ¿Cazadores, ecologistas, ganaderos? todos se tienen que sentar en torno a una mesa para llegar a consensos desde abajo. La mayor amenaza son los envenenamientos y el furtivismo.
Ir a la entrevista completa en: laopiniondezamora.es