Felicitar la Navidad se ha convertido en algo sin valor
Desde hace un par de años, felicitar la Navidad se ha convertido en un sinsentido que cansa a todo el mundo. Con la profusión del correo electrónico y herramientas gratuitas de edición, todas las empresas se afanan por enviar una postal de Navidad digital, que la mayoría de la gente ni disfruta y ni siquiera ve.
Además, como la semana del 25 y la del 1 la gente suele estar de vacaciones, el bombardeo comienza, cada vez mucho antes. Casi incluso después del 8 de Diciembre.
En una empresa, se toman decisiones todos los días. Muchas veces, las más fáciles de tomar, en apariencia, son aquellas en las que se justifican porque todo el mundo lo hace.
Creo que he recibido más de 75 felicitaciones de Navidad y la realidad es que no recuerdo casi ninguna. Ya ni siquiera abro el correo. Con esa filosofía, nosotros hemos decidido no hacer ninguna felicitación especial.
Seguramente nadie se acordara de nosotros por no haberlo hecho, pero es que tampoco nadie lo hara si lo hacemos. La vida digital ha facilitado muchas labores, pero en otros casos ha supuesto una pérdida grande y grave de interés y de valor por lo que realmente importa.
Nuestro cariño para todos los cazadores y sus familias. La persona que quiera recoger un poco que lo haga. Y disfrutemos de las fiestas.