Extremadura tiene 135 armas por cada mil habitantes

2 noviembre, 2016 • Información de interés

En lo que a armas se refiere, no hay quien gane a Extremadura. En ninguna otra comunidad autónoma hay tantas en términos relativos. Ni tantas licencias. Ni tantas escopetas de caza. Los datos de la Guardia Civil colocan a la región como la primera de la clasificación nacional. No en términos absolutos, pues las hay con más permisos y más armas, consecuencia de su mayor número de habitantes. Pero al relacionar estos datos con los de población, Extremadura se coloca en el primer puesto nacional.

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Armas en una subasta © Irene Mansilla

En la comunidad hay 135 armas por cada mil habitantes, una proporción que supera con mucho a la media nacional, que es de 57. La segunda en la tabla es Castilla La Mancha, que tiene 113, y en el extremo opuesto, es decir, en la parte baja de la clasificación, aparece Canarias, que se queda en 24 armas por cada mil habitantes, según los datos facilitados por el servicio de Informática de la Intervención Central de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.

Casi ochenta mil licencias

Esta misma fuente detalla que en Extremadura hay 78.879 licencias de armas, y que casi el setenta por ciento de ellas son del tipo E (las de tiro deportivo y las escopetas de caza). Tras ellas, las del tipo D (armas largas rayadas para caza mayor, es decir, rifles), que suponen el 27 por ciento del total.

Hay otro dato más que refrenda la importancia de la caza: de entre todos los tipos de armas, la más presente en las viviendas extremeñas es la escopeta de caza. Hay 121.090, o sea, suponen el 82 por ciento de todo el armamento legal que hay en la comunidad autónoma, sin contar el de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Por contra, apenas hay licencias del tipo B, que es la que se concede a quienes necesitan una pistola o un revólver para autodefensa. «Su expedición tendrá carácter restrictivo, y en este sentido se limitará a los supuestos de especial riesgo», explica la Guardia Civil, que añade que «la razón de defensa de personas o bienes, por sí sola, no justifica la concesión» de este permiso. En la práctica, lo tienen cargos públicos amenazados o regentes de negocios con antecedentes de atracos, por citar algunos de los perfiles de titulares de la licencia B que se repiten a escala nacional. En Extremadura la tienen 183 personas.

La estadística oficial, que está actualizada al pasado mes de septiembre, especifica también que en la región hay 7.015 carabinas, 846 armas cortas para su uso en campos, polígonos y galerías de tiro y 72 ballestas. El coleccionismo también está regulado, y la Benemérita tiene contabilizadas en la región 154 licencias de libro de coleccionista de armas en la modalidad básica.

«La primera reflexión que yo haría a la luz de estos números es que queda clara la importancia de la caza en Extremadura, algo que nosotros venimos repitiendo desde hace años», resume José María Gallardo Gil, presidente de la Federación Extremeña de Caza. «Somos la comunidad autónoma más rural –abunda–, el setenta por ciento de nuestra población vive en municipios que tienen menos de cinco mil habitantes, donde el campo está muy presente en el día a día, y donde la caza es algo natural, asimilado, algo que ayuda a fijar población».

Escasa delincuencia

Además, él relaciona esta estadística con otra, también oficial. «Los datos policiales repiten un año tras otro que Extremadura es la comunidad autónoma con menores índices de delincuencia, y eso que es donde más armas hay, lo que deja claro que la caza es un sector muy positivo para la región, que no genera apenas incidentes y que tiene un componente social muy marcado», argumenta Gallardo.

Él asegura que, en líneas generales, en la comunidad autónoma la administración funciona bien en lo que tiene que ver con los trámites para obtener o renovar las licencias de armas. «Los interventores que tenemos en la región son en general gente muy competente, y la labor de la Guardia Civil en este sentido es de destacar, porque tratan de ayudar al cazador, pero igual que digo esto, digo también que a nivel nacional hay problemas para renovar las licencias». Se refiere el presidente de la Federación fundamentalmente a la ley, que considera demasiado restrictiva. «Cualquier pequeña incidencia en el ámbito penal, siquiera una denuncia que al final no va a ningún sitio, puede suponer quedarse sin licencia», comenta Gallardo, que entiende que «la normativa española sobre armas, que es la más restrictiva de Europa, resulta demasiado exigente en muchos aspectos».

Informa: Antonio J. Armero para hoy.es


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