Explicación al caso del zorro enfermo cuyo vídeo se difunde por las redes
Ante los rumores de que el zorro pueda padecer mixomatosis debido a su estado, el biólogo de Fedexcaza Miguel Gómez Beloki advierte del peligro de «lanzar elucubraciones con teorías conspiratorias».
Redacción | Una carretera comarcal de Extremadura a pleno día. Un conductor que para su vehículo y baja para grabar una escena dantesca en la que se ve sufriendo a un animal. Un zorro con estado enfermizo agudo que reacciona con mucha dificultad ante la persona. Estos son los tres ingredientes de un vídeo que circula por las redes y que, según fuentes consultadas, se grabó en una carretera cercana a Quintana de la Serena, en la provincia de Badajoz.
A simple vista, el zorro presenta los ojos hinchados y tiene un andar encorvado con apenas movimiento de sus articulaciones. «No se trata de mixomatosis», asegura el biólogo de la Federación Extremeña (Fedexcaza) de Caza Miguel Gómez Beloki. Afirma que por el vídeo no se puede determinar «con certeza» la enfermedad que sufre el animal, pero descarta que se trate del virus de la mixomatosis porque no se manifiesta en carnívoros.
Gómez Beloki apunta afecciones en los zorros como el moquillo, la parvovirosis y la enfermedad de Aujeszky o pseudorabia, indicando que la primera de ellas presenta una sintomatologia inicial en la que se dan fiebres, letargias y disminución del apetito. Además, explica el biólogo, el moquillo provoca legañas acuosas en principio, que posteriormente tornan a mucosas, como las que se pueden intuir en el animal del vídeo.
En una segunda fase de la enfermedad, el moquillo conlleva signos digestivos como diarreas o vómitos que pueden hacer que el animal tenga espasmos ventrales que le hagan caminar como el zorro que se ve en las imágenes. En esta segunda fase se ve afectado el sistema nervioso teniendo el animal espasmos musculares y alteraciones del comportamiento «que justifican de sobra el comportamiento del zorro del vídeo», aclara el biólogo de Fedexcaza.
Gómez Beloki considera que, ante el rumor de que el zorro grabado pueda padecer mixomatosis, no ha de hacerse caso a los bulos y hay que contrastar la información antes de «lanzar imágenes y elucubraciones con teorías conspiratorias que de nada nos valen».