Estos son los mejores consejos sobre el parto tu perra y los primeros cuidados de sus cachorros

La veterinaria Belén de Malibrán concluye con esta entrega la serie de cuidados y atenciones que debemos dar a nuestras perras ante y durante el parto

Estamos en época de camadas, de nuevas ilusiones y de conocer a los que serán nuestros compañeros de fatigas en un futuro. Tras haber realizado una ilusionante monta y haber esperado una media de 63 días realizando los cuidados pertinentes, el momento se acerca.

Para el éxito de la camada, y por la propia salud de la perra, se hace imprescindible que actuemos correctamente siguiendo estas indicaciones básicas para que todo salga como esperamos.

Parto

En el día a día de la clínica siempre recomiendo a los propietarios de perras que están a punto de parir en el hogar que las dejen lo más tranquilas posible ya que los dueños siempre tienen la tendencia de estar alrededor de la perra, tocarla y demás y con ello lo único que hacen es entorpecer el proceso del parto. Por la tendencia (absolutamente comprensible por otro lado) de proteger a nuestra mascota, asumimos que ellas no van a saber lo que hacer ni cómo, sin darnos cuenta de que el parto es algo absolutamente instintivo.

Cuando comienzan las contracciones la perra se puede mostrar incomoda, mirarse los laterales… Algunas perras buscan apartarse mientras que otras buscan el cobijo de su dueño. Esto además suele coincidir con una bajada de la temperatura rectal de la madre (< 38º C). Además, pueden aparecer signos de jadeo, temblores y ocasionalmente vómitos. Esta primera etapa puede durar entre 6 y 12 horas alargándose hasta las 36 horas en el caso de las perras primerizas.

A continuación comienza la expulsión de los cachorros. El lapso de tiempo entre cachorro y cachorro no debe exceder las 3 horas, así como el tiempo entre el primer y último cachorro no debe ser mayor de 24 horas. Todo lo que exceda estos tiempos es motivo de consulta a vuestro veterinario habitual ya que podemos estar ante un problema en el parto que requiera o bien medicación específica o bien, y en última instancia, una cesárea.

En el momento del nacimiento de los cachorros la madre rompe con la boca la bolsa y lame la nariz del cachorro, asimismo rompe el cordón umbilical con las muelas. Ocasionalmente la madre puede necesitar ayuda para liberar al cachorro de las envolturas fetales y romper el cordón, aunque siempre es mejor dejar que la madre lo intente por sí misma.

La expulsión de la placenta es irregular y suele ocurrir dentro de los siguientes 15 minutos a la salida del cachorro. En algunos casos se pueden retener hasta 24 horas. Aunque las perras hacen por comerse las placentas no es aconsejable que lo hagan, o al menos no todas, ya que pueden inducir vómitos y diarreas.

Cuidados neonatales

Una vez que llegan los pequeños lo más importante es que su temperatura corporal sea constante. Durante las dos primeras semanas de vida los cachorros no son capaces de termorregular por sí solos y además su temperatura corporal es también inferior a la de los adultos (36-37º). Es por esto importantísimo que les proporcionemos a la madre y los cachorros un entorno cálido con una temperatura que ronde los 28º.

La alimentación corre a cargo de la madre siempre que esta produzca la cantidad adecuada de leche y de buena calidad. Para ello es fundamental que la perra este perfectamente alimentada.

Como ya comentamos en el anterior artículo, es importantísima la desparasitación de los cachorros ya que es parte fundamental en la buena salud de los mismos. Según los distintos laboratorios las pautas son diferentes, aunque casi todos coinciden en realizar una primera desparasitación a la semana de vida. No hace falta decir que al igual que desparasitamos a los cachorros debemos desparasitar a la madre.

Belén de Malibrán

Veterinaria

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