Esta es la ‘gestión’ del Cabildo de La Palma sobre los arruís: desaprovechar este recurso para la economía de la isla
Los cazadores hallan cadáveres putrefactos de arruís eliminados por Medio Ambiente gastando dinero público e impidiendo que los aficionados aprovechen su carne y que los negocios locales se beneficien del dinero de su caza
Redacción | Los cazadores de La Palma se han encontrado con desoladoras imágenes cuando se ha iniciado la temporada de caza mayor: restos putrefactos y abandonados de arruís abatidos por la empresa pública Gesplan S.A., a instancias del Cabildo, impidiendo a los cazadores su aprovechamiento cinegético, culinario y, a los negocios de la isla, el económico.
Se aprecia la marca (corte en un cuerno) que realiza la gestión privada para hacer el trofeo inservible en caso de ser encontrado.
El arruí está declarado como especie exótica invasora y en la isla de La Palma la gestión privada de la especie (erradicación) solo se realizaba dentro del Parque Nacional de Taburiente -donde no se puede practicar la actividad cinegética-, pero este año han comenzado a matar ejemplares en otros espacios naturales de la isla.
«Los cazadores tenemos en estas zonas autorizado el aprovechamiento cinegético y nos hemos encontrado con restos de numerosos arruís, abandonados, totalmente desaprovechados y gastando dinero público en esta labor, cuando los cazadores lo hacemos gratis cada año de una forma ética, sostenible y racional», comenta a Cazaworld Víctor Damián Acosta, secretario de la Asociación Sociocultural Cazadores de Canarias 7 Islas.
Arruí sin enterrar encontrado por los cazadores.
Reclaman el aprovechamiento cinegético del arruí para generar recursos a la isla
«Desaprovechar así un recurso forestal no tiene sentido», añade, resaltando que el aprovechamiento cinegético del arruí no solo «no le cuesta un euro al Cabildo», sino que, además, genera un importante beneficio a la economía de la zona durante cinco o seis meses al año. «Más del 50 % de los cazadores de arruís viene de fuera de La Palma y gastan aquí su dinero en transporte, hospedaje, comidas, etcétera», señalando que lo que está haciendo esta empresa no solo no revierte en la economía local, «sino que ni siquiera aprovechan la carne del animal».
Como puede verse en las imágenes, los arruís presentan un corte en uno de sus cuernos (característica marca de la gestión privada) para que el trofeo tampoco pueda ser aprovechado. «Ni siquiera los han enterrado tras abatirlos, cuando Medio Ambiente nos había informado de que esto se haría».
Arruí abatido y abandonado por la gestión privada contratada por el Cabildo de La Palma.
Es la primera vez que el Cabildo ha matado ejemplares fuera de Taburiente, alegando que hay sobrepoblación y que es una medida puntual. «No se ha hecho un censo de arruí en la isla, por lo que no sabemos en qué se han basado para alegar que hay un exceso de animales este año y actuar en terrenos donde nosotros cazamos».
Cuatro décadas regulando la población de arruís
Los cazadores abaten entre 70 y 120 ejemplares anuales y llevan cuatro décadas regulando la población de arruís. «Además de disfrutar de la jornada, aprovechamos su carne, su piel, su trofeo y toda esta caza genera dinero, directa e indirectamente, para los negocios de la zona, aún recuperándose de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus», nos apunta el secretario de Cazadores de Canarias.
«Gastamos el dinero en licencias, seguros, transporte, equipo, comidas, hoteles… y cuando comienza la temporada nos hemos encontrado en los terrenos donde íbamos a cazar estas desoladoras imágenes».
Restos de un arruí semiocultos con piedras.
«No entendemos que el Cabildo fomente este ‘desaprovechamiento’ cinegético y económico del arruí. Nunca había pasado algo así y lo que nos tememos es que pase de un hecho puntual a habitual… Estas matanzas no benefician a nadie», se lamenta la Asociación Sociocultural Cazadores de Canarias 7 Islas, que ha pedido a la Administración que ponga en valor el aprovechamiento cinegético del arruí como herramienta generadora de recursos a la isla de La Palma.