Espectacular lance de los perros de un joven rehalero con tres jabalíes
La rehala de Ricardo Guerreiro saca casi simultáneamente dos grandes jabalinas, momento que aprovecha un enorme jabalí para intentar salirse de la zona regalando una bonita escena con los perros
Redacción | Ricardo Guerreiro, un joven rehalero portugués que caza asiduamente en el sur de nuestro país, cuenta de primera mano para Cazaworld cómo vivió este precioso lance en el que los perros dan una bonita muestra de su categoría.
El joven, uno de los propietarios de las Rehalas Venâncio, nos cuenta que notó en un primer momento cómo los perros se «calentaban» en la ladera opuesta a la que él cazaba. Acto seguido, delante suya, arrancaba lo que parecía un enorme macareno, pero que más adelante observó que se trataba de una enorme jabalina que corría sin miramientos mientras varios de sus perros le iban siguiendo perfectamente la huida por el rastro que dejaba el animal, algo que ya constituía un bonito lance.
De forma inesperada, en el mismo cerro, otra buena jabalina se arrancaba ladera abajo buscando un escape rápido por el arroyo que separaba ambas laderas, regalando otra preciosa carrera de los perros, que valientes y rápidos intentaban llegar a ella haciendo otra buena muestra de afición y nariz.
Pero el lance más sorprendente y trepidante llegaría cuando un buen macareno hace acto de presencia, apareciendo sereno y tranquilo, «zorreándose» por mismos pasos de los perros tras haber dado la vuelta por detrás del cerro en el que los perros acosaron a la primera jabalina. El jabalí parecía confiado, fiándose de la experiencia adquirida con el paso de los años, pero en ese momento los perros de Ricardo comenzaban el regreso de sus emocionantes persecuciones. Fue entonces cuando uno de ellos recibe el viento cargado con el olor del berraco y, como no podía ser de otra manera, acude a su encuentro. El jabalí, lejos de sentirse inferior sale también al encuentro de los perros y comienza a embestirlos y a arremeter contra ellos. El resto del lance merece ser contemplado en el vídeo.
«Uno de los lances de mi vida», recordaba Ricardo emocionado, mientras terminaba de narrar el lance. A sus 25 años ya atesora una amplia experiencia en el monte, aunque seguro que aún debe disfrutar de muchos más años y, quizá, del algún que otro lance tan bello como este.
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