Escopetas y bicicletas en «el mejor museo del mundo»

20 septiembre, 2017 • Miscelánea

El Museo de la Industria Armera de Eibar, que guarda memoria de una industria que fue puntera en el norte del país y ahora intenta perdurar, une a los tubos de las escopetas los de cuadros de bicicletas.

Redacción | Hubo un tiempo en el que Eibar fue la cuna de la armería artesanal española. Hasta mediados del siglo pasado se crearon en el norte de España escopetas con las mejores trazas y calidades. Culateros, basculeros, grabadores… Las fábricas de armas bullían de sonidos: se estaban creando muchas de las mejores escopetas españolas de todos los tiempos.

Después de la II Guerra Mundial, la demanda de armas descendió bruscamente. Muchos eibarreses habían vivido de la fabricación de arcabuces, cañones y pistolas. La industria de armas de caza mantenía abiertas muchos de los nombres que hoy aún resuenan asociados a la fabricación de armas españolas de la mejor calidad. La directora del Museo de la Industria Armera, Marina Barrena, explica a El Diario Vasco que «la puntilla vino de la mano de una ley que estableció que todo los pasos del proceso de fabricación de armas debían hacerse bajo un mismo techo. Muchos productores no pudieron adaptarse y tuvieron que buscar otras alternativas para sobrevivir, entre ellas la fabricación de bicicletas».

Biciletas expuestas en el Museo de la Industria Armeria de Eibar / Félix Morquecho

El Museo de la Industria Armera, que este año está de aniversario, mantiene vivo el recuerdo y el legado de la actividad que fue seña de identidad de este municipio de Guipúzcoa. Ahora, además de las armas que recuerdan un pasado no muy lejano, el Museo ha incorporado 72 bicicletas y dos ciclomotores creados en Eibar procedentes de una colección particular.

La muestra que se ha inaugurado este martes se llama «Pedaleando en los años 50″y permanecerá abierta al público hasta el 1 de octubre.

Recordando los años 50

El Museo de la Industria Armera ha llevado junto a los tubos de las escopetas —el Museo cuenta con una colección de unas 1.000 armas de fuego— los de los cuadros de unas bicicletas. Escopetas y bicicletas que se hicieron en Eibar por manos artesanas, y por ello es un reconocimiento el mostrar al público las obras de los artesanos que trabajaron el hierro y la madera.

Desde que se planeó la creación del Museo, allá por 2003, se pensó en que fuera un proyecto que recogiera artículos fabricados en Eibar desde principios del siglo XIX (aunque cuenta con explicaciones de los inicios de la industria armera), pero este espacio situado en la calle Bista Eder de la localidad es el mejor homenaje a los artesanos españoles y a las armas que salieron de sus manos.

La directora del Museo recuerda que el día anterior a su apertura en 2007 se presentó en la puerta «un lord inglés que había venido con su hijo a medirse para encargar una escopeta en el taller Pedro Arrizabalaga». Antes de irse dejó escrita una línea: the best museum of the world. El mejor museo del mundo.


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