Entrevista al cazador Pedro Casillas
Contamos con gusto la historia de Juan Pedro Casillas López, Ingeniero que vive en Villanueva de la Serena, Badajoz y que se inición en la caza con 5 años, con su padre, de morralero. A los 9 ya empezó a tirar, con una escopeta paralela de perrillos del calibre 12 mm (410). Ahora, que nos cuente:
¿Qué modalidad de caza practicas? Montería con rehala, esperas, tórtola y paloma en media veda.
¿En que zonas cazas? Extremadura y Castilla La Mancha (Ciudad Real y Toledo)
Arma de caza: Rifle BSA cerrojo 7mm y semiautomática Beretta. Fueron regalos de mi padre.
Años en la caza: 36, y tengo 41.
¿Tienes perro de caza? 60 de caza mayor, cruzados de podencos y mastín, el típico perro de montería española.
¿Puedes contarnos el momento más emocionante que has vivido en la caza? El cambio con 12 años de la escopeta 12 mm por una 12/70, con la que lo mataba todo. Son muchos momentos emocionantes en cada temporada, pero de niño resultan más impactantes. La rehala te da momentos enormes y un gran sacrificio.
¿Qué sueño te gustaría cumplir en el mundo de la caza? Que llegue el día en el que los que ejercen la labor legislativa y ejecutiva en los asuntos en materia de caza hayan, al menos, pisado alguna vez el campo para poner un poco de raciocinio y sentido común a su trabajo.
Los ecologistas siempre están cargando contra la práctica de la caza. Imagínate que tienes a uno delante, ¿qué le dirías para defender la caza? (Perdón, “ecolo-jetas, no “ecologistas”). Por poner un ejemplo próximo, que me explique, por favor, cómo valoran ellos el resultado de la aplicación de sus denostados principios en zonas como Monfragüe, donde la falta de presión cinegética ha dado al traste con las poblaciones cinegéticas, la cabaña ganadera de las zonas colindantes, con el riesgo sanitario que aquello conlleva y el enorme coste económico asociado.
Es más le pediría que fuese consecuente con “su ideología” y eliminara la luz eléctrica de su domicilio pues procede de la energía nuclear, no utilizara para desplazarse ningún vehículo a motor por sus emisiones contaminantes, nunca comiese carne por el sufrimiento asociado a la muerte de un animal, se duche una vez al mes para reducir el consumo de agua y evitar la construcción de nuevas infraestructuras hidráulicas y, finalmente que cuando se muera no le den cristiana sepultura sino que lo arrojen de pasto a los buitres que tanto defienden. En fin, que si no les gusta la caza, que no cacen pero, por favor, que nos dejen en paz. Gracias a la existencia de cazadores, entre otros muchos colectivos, esta gente puede justificar su existencia (eso se llama parasitismo).
¿Algo más que nos quieras contar? La existencia en un futuro próximo de este deporte estará fuertemente vinculada a la capacidad que tengamos los cazadores para asociarnos y pelear por esta afición, de la que come mucha gente en este pobre país y que mueve grandes cantidades de dinero, privado y público.