Entrevista al cazador Jörn Hartmann
Cazador alemán, afincado en Españ, Jörn Hartmann es un traumatólogo amante de la caza y la naturaleza. Su historia dice así:
Lugar de residencia: San Rafael, Ibiza, Baleares
¿Qué modalidad de caza practicas?
La media veda, la caza en mano, montería, esperas.
¿En que zonas cazas?
En las zonas libres de Ibiza y en un coto de la comunidad autónoma de Mecklenburgo en el noreste de Alemania.
Marca Arma de caza:
Rifle Merkel KR1 con sistema / culata para zurdos en calibre 30-06 con Visor Schmidt & Bender Zenith 2,5-10×56 con retícula iluminada.
Drilling Krieghoff Neptun Primus Dural calibre 16/70 y 7x57R, cañón del .22 Magnum de 44cm (Krieghoff Semper 44) en el cañón derecho de escopeta con visor Zeiss 1,5 – 6 x 42 del año 1956
Escopeta paralela 16/70 marca Reno para la caza, Berettta 682 Trap para platos
¿Por qué las tienes?
El rifle es mi primera arma de caza realmente comprada por mí. Mi padre tenía un Merkel Kr1 en .308 y estaba muy contento con la ligereza, precisión y manejabilidad del rifle en las esperas y monterías que practicaba y me parecía en su momento la mejor oferta en relación calidad / precio para un rifle moderno con sistema / cañones intercambiables. Elegí el 30-06 por su mayor reserva de velocidad / energía a distancias algo más largas respecto al .308.
El Drilling es una herencia de mi abuelo paterno que era gran cazador y uno de los primeros en Alemania que se les permitía poseer un arma de caza después de la segunda guerra mundial para apoyar a los aliados controlar la populación desbordante de animales de caza (jabalí, ciervo) tras el desarme total de los cazadores locales. Es una pieza maestra de la prestigiosa marca con un aspecto prácticamente nuevo y una precisión impresionante.
Foto cortesía de Lolo Mialdea
La escopeta es también de mi abuelo, uso la Beretta para tirar al plato pero me encante la ligereza y el encare rapidísimo de la 16.
Años en la caza:
Desde la infancia he acompañado a mi padre a cazar, tuve una ausencia entre las 12-14 por mi pasión por la pesca pero volví. Conseguí mi primera licencia de caza con 16 años recién cumplidos (en Alemania significaba en su día 6 meses de curso teórico – practico con 2 días enteras de exámenes escritos, prácticos, orales y tiro). Tengo 46 años ahora así que llevo ya 30 cazando oficialmente…
¿Cómo te iniciastes en la caza?
Mi primeros pinitos de cazador fue con la escopeta de aire comprimido a ratones y después con el .22 en el coto de mi padre: torcaces, liebres, arrendajos…
Mi primera pieza de caza con la licencia fue…. Una gaviota reidora! Nuestro profesor del curso nos invito a una caza de palomas en su coto al borde de mi pueblo en Alemania. Fuimos a por las torcaces, turcas y algún conejo pero también cazable eran las gaviotas, en mi pueblo bastante frecuentes, así que lo primero que abatí fue eso.
¿Tienes perro de caza?
Siempre ha sido mi sueño de tener mi propio perro de caza pero por falta de tiempo para dedicarme correctamente a él y adiestrarle además de falta de espacio físico en nuestro mini jardín de adosado nunca ha sido realidad. Un amigo mío nos dejo un cachorro pointer de 3 meses fruto de un cruce con su macho, un excelente perro de perdices y sobre todo becadas, que estuve muy bien venido hasta que, creciendo mucho, no hubo manera de que respetase nuestro jardín en sus mínimos por lo cual, para salvar la paz en casa, tuve que devolverlo al dueño de su padre.
¿Puedes contarnos el momento más emocionante que has vivido en la caza?
Creo que ha habido muchos. Cada día de caza es algo emocionante aunque te hayas quedado con los cañones limpios como solemos decir en Alemania, es decir sin disparar ni siquiera. Lo más emocionante son los momentos de decidir si la pieza avistada es apto para ser abatida o no. En la montería, cuando escuchas los ladridos de los perros acercándote a tu puesto y escuchas los gritos de los rehaleros: “jabalí, jabalí!”, esto sí es un momento muy emocionante. O cuando en verano estás en el puesto esperando al corzo y empiezas a ver un flanco en la abundante vegetación tan cerca de tu puesto que ni si quiera te atreves de respirar hondo sin poder decir si es macho o hembra y tardas a veces una eternidad en poder decidir si es abatible o no, esto es otro momento de gran emoción.
Posiblemente uno de los más emocionantes fue el lance a un corzo en verano en un coto cerca de mi pueblo. Un amigo de caza me invito a abatir un corzo macho en su coto por conseguir la medalla de oro en equipos en los campeonatos nacionales de tiro de la asociación de cazadores en Alemania con el equipo promesa (16-25 años) de mi comunidad autónoma Bajo Sajonia.
Me indicó una zona de caza que era mezcla de zonas de hacer heno, zonas de pasto con vacas y zonas de cultivo de maíz, grano y patatas. No había torretas en esta zona por lo cual tocaba acercarse a una zona de posible avistamiento bajo control del viento y sentarse cubierto por vegetación en una silla plegable tipo bastón. Pues en mi tercer tarde me acerqué a la zona de caza cuando vi de repente a mi izquierda a unos 150m un corzo en una zona de trigo ya recogido. Con los prismáticos vi un macho, por la estatura ya mayor, con unos cuernos cortos, gruesos y muy oscuras sin visualizar puntas. Un corzo con ornamenta de frio pensaba yo, así llamándose los restos de los cuernos si en primavera, cuando aun no está crecida del todo, hace mucho frio y se congelan las puntas.
Me agaché, me acerque al deslinde del campo que era limitado por una pequeña pared de 30cm de tierra y una vegetación algo mas alta y apunté con el Drilling de mi padre. A unos 60m lo tenía perfectamente de lado moviéndose lentamente. Cuando tenía la cruz en el codillo le pité, se paró y apreté el gatillo previamente puesto el pelo. “Pitch!” hacia el arma… Había olvidado de poner el tensor del cañón estriado y había disparado con la .22 Magnum! En el disparo el corzo hizo un movimiento brusco levantando las patas delanteras, signo de disparo cerca del corazón y emprendió la huida a toda pastilla. Apreté el tensor del cañón estriado y cuando lo tenía otra vez en la cruz se cayó fulminante al suelo. Me latía el corazón para salir de la boca, apenas era capaz de sujetar el arma apuntando hacia el punto donde había caído. Tras minutos eternos cambié el cartucho gastado y me acerque con el arma preparada hasta llegar a mi corzo ya muerto. Un corzo de unos 8años de edad con el cuerno derecho como truncado a la altura de la oreja sin puntas y muy oscuro, el cuerno izquierdo con una separación del final como una honda. Una ornamenta realmente anormal e interesante. Rápidamente quité las viceras, el proyectil de la .22 había entrado en el flanco izquierdo, perforado en pulmón, seccionado los vasos justo por encima del corazón y había salido en el otro lado, solo gracias a no golpear ninguna costilla. El corzo en Alemania pertenece a la caza menor pero se precisa el calibre 5,6mm que equivale al .22 pero con una energía mínima de 1000J a 100m de distancia, así que el 22. LR y el 22. Magnum ¡son ilegales para la caza del corzo! ¡Y eso como invitado en un coto de un amigo!
Manipulé un poco la entrada y salida de la bala y hablé maravillas del cartucho (9 gramos punta redonda) que usábamos en estos momento en la 7x57R para disimular que había abatido el corzo con la .22.
El corzo no era conocido entre los cazadores de la zona y es uno de mis trofeos favoritos ya que prefiero un trofeo interesante que un medalla de oro.
Recuerdo mi primer corzo, mi primer jabalí, recuerdo avistamientos de animales de caza extraordinarias aunque no he podido o no he querido disparar pero todo aquello rompería el marco de esta entrevista.
¿Qué sueño te gustaría cumplir en el mundo de la caza?
Me gustaría cazar en África, hacer un Safari en busca de antílopes y facocheros con mi propio rifle.
Otro gran sueño es poder compartir unos días de buena caza con mi hijo mayor que es también gran aficionado en el arte cinegético, como lo he podido hacer con mi padre. Unos días de espera, una buena montería, unos días de caza en mano divertidas y con éxito en buena compañía es lo que deseo poder compartir con él.
¿Qué harías tú para mantener la caza entre la juventud?
Yo personalmente tengo 3 niños, 2 hijos y una hija y siempre he intentado enseñarles las mil maravillas de la naturaleza en general, el respeto hacia nuestra madre tierra y el arte y la emoción de la pesca y caza. Creo que es lo primero que hay que hacer: enseñar a tus más cercanos lo que es la naturaleza, enseñarles respeto hacia ella y como disfrutar sin abusarla.
Para los que se quieren iniciar en la caza es fundamental nuestro papel, los cazadores ya más experimentados de enseñar. Especialmente los que tienen un lugar donde cazar para que el novato nos pueda acompañar, por supuesto sin arma en principio. En cuanto el joven ha adquirido conocimientos cinegéticos y ha podido practicar el tiro y el manejo del arma ya precisa de posibilidades de practicar la caza supervisada y acompañado de un cazador experimentado para afinar “la máquina”.
Cada región debería ser prevista de un campo de tiro donde los cazadores pueden practicar y enseñar e igualmente de unas instalaciones de enseñanza. No es precisa una gran escuela de caza, una oficina con una salita de reuniones y algo de material didáctico sería suficiente para un primer contacto, organizado por ejemplo por las asociaciones regionales de caza con unos medios de contacto y un horario, ofreciendo charlas informativos a tales efectos. Se podría juntar en el marco de las escuelas de verano tipo aventura / naturaleza que tantas hay en toda España.
Los ecologistas siempre están cargando contra la práctica de la caza. Imagínate que tienes a uno delante, ¿qué le dirías para defender la caza?
Para empezar estoy muy contento que mucha gente no tiene interés en la caza. Si todo el mundo cazase, ya no habría nada en nuestros montes….
Gracias a dios la inmensa mayoría de las personas que no les gusta la caza no la quieren prohibir. Y a los que están en contra en muchas ocasiones, si tienen dos dedos de frente y les puedes explicar bien los fines ecológicos de la caza (mantener el equilibrio entre las poblaciones, cuidar los cotos de caza etc.), cosas que habitualmente no son conocidas por estas personas, si les puedes convencer de que la caza es necesaria y sostenible. A los extremistas no hay palabra que valga. Evito cualquier roce con ellos ya que ellos no admiten argumentos.
¿Algo más que nos quieras contar?
Pues estoy muy agradecido por la oportunidad de poder contar un poco de mi vida como cazador. Al escribir estas líneas me han venido tantas cosas a la cabeza, tantos lances realizados y tantas cosas que podría escribir que si podría, rellenaría un libro con ello. En los últimos años mi actividad cinegética se ha reducido al mínimo, por la falta de tiempo y sobre todo de oportunidades. El vivir en una isla tiene su desventaja a la hora de querer cazar: Desplazamiento en barco /avión, coche, alojamiento etc se suman al gasto del puesto de caza y todo esto lo hace complicado. Mi padre tenía su coto a 30min en coche: Que vida aquella! Y luego: adonde ir? Hay mucha oferta de caza con precios razonables pero se oye tantas cosas de estafa, de cotos vacios, de cacerías donde la negligencia y falta de conocimiento alguno de los cazadores es imperdonable y pone en peligro tu integridad física.
Para terminar quiero decir a todos los que amáis la caza: Cuidar el arte, mantener el respeto y evitar cualquier ilegalidad o imprudencia para que en el día de mañana nuestros hijos podrán disfrutar de ella a pesar de todos los que nos lo quieren arrebatar ya que una imprudencia hace mas eco en la prensa que mil acciones solidarias para la naturaleza.
Saludos y buena caza, Waidmannsheil, Jörn Hartmann desde Ibiza