Endurecimiento de penas contra el radicalismo animalista

En Francia, impedir el desarrollo de una cacería podría penarse con multas de hasta 30.000 euros y hasta un año de prisión.

En el caso de Australia la propuesta de endurecimiento de estas penas se ha realizado tras una ola de ataques por parte de un grupo activista vegano.

Redacción | Francia y Australia plantean en el Senado medidas para endurecer las penas ante acciones animalistas radicales que entorpezcan acciones de caza, que realicen actos vandálicos o que den a conocer la ubicación de negocios agrícolas o de animales, incitando así el ataque a los mismos, atentando a su vez contra la propiedad privada.

Francia, a favor de la caza

En el caso de Francia, este jueves se ha votado el endurecimiento de las infracciones por obstaculizar las acciones de caza. Este proyecto de ley se ha votado en primera lectura y deberá ratificarse en una segunda, con lo que pasarían a considerarse delitos aquellas acciones que entorpezcan e impidan la actividad cinegética.

El proyecto de ley propone que la acción de oponerse a un acto de caza se castigue con un año de prisión y una multa de hasta 30.000 euros. Hasta el momento, estas acciones tan solo eran tratadas como una infracción.

Cabe resaltar que el Gobierno francés ya ha realizado en otras ocasiones acciones a favor de la caza, como cuando rebajó el precio de las licencias de caza a la mitad.

Ola de actos radicales

En el caso de Australia, el primer ministro Scott Morrison ha propuesto que algunas acciones animalistas sean prohibidas tras la ola de incidentes que sucedieron en Melbourne, en los que activistas del grupo vegano «Aussie Farms» bloquearon el tráfico en varios puntos de la ciudad y asaltaron varias granjas y mataderos.

El propio ministro condenó estos actos, definiendo a los activistas como «vergonzosos y no australianos» e incitando a las autoridades a que trajeran «toda la fuerza de la ley… contra estos criminales de cuello verde».

Estos incidentes se produjeron en actos promocionales del documental «Dominion», realizado por el grupo animalista, en el que con la ayuda de drones y cámaras ocultas filmaron varias unidades de engorde y mataderos en los que incluso llegaron a encadenarse.

Para promocionar su documental, este grupo publicó también un listado online de negocios de animales como granjas, zoos o lugares de carreras de caballos, el cual puede servir como herramienta para localizar dichos establecimientos y realizar nuevos ataques.

Gracias a esta nueva propuesta, todo aquel que realice actos de radicalismo animalista que atenten contra las propiedades privadas o que causen disturbios de índole público, si es declarado culpable, puede enfrentarse a penas de hasta un año de cárcel.

Recordemos que según el Foro Económico Mundial, Australia ocupa el segundo puesto en el mundo en cuanto a países consumidores de carne.

Violencia en España

En el caso de nuestro país, muchos son  los precedentes de actos violentos, como el del pasado febrero en el que varios activistas del «Frente de Liberación Animal» destrozaron varias casetas y puestos de cazadores en el valle de Lizoáin o el entorpecimiento y la paralización de una batida de jabalíes por daños en en la zona de la Sierra Grossa.

En cuanto a este tipo de actos y en plena campaña electoral, el Gobierno de nuestro país ha mostrado al respecto posturas contradictorias.

Por un lado se ha posicionado a favor de la caza en diferentes comunidades autónomas debido a la campaña #LaCazaTambiénVota. Por otro, propuso el pasado octubre una rebaja de las penas actuales sobre los delitos de odio en redes sociales, (los cuales afectan directamente al sector cinegético).

Actualmente, estas penas están recogidas en el artículo 510 del Código Penal, contemplándose por estos delitos un castigo de hasta cuatro años de cárcel.