En Galicia 3,5 accidentes diarios son provocados por animales salvajes

14 abril, 2016 • Información de interés

Una media de 3,5 accidentes de tráfico provocados por el atropello a un animal salvaje se producen cada día en las carreteras gallegas; de ellos, el 60 % son provocados por jabalíes y el 30% por corzos.

Accidente

La mayoría de los accidentes se suceden en las calzadas anchas, con buena visibilidad y en las que existe una menor densidad de especies en libertad, contrariamente a lo que se pudiera suponer -accidentes causados en las vías estrechas y con poca visibilidad de media montaña, donde abunda la fauna silvestre-. Esta es la conclusión a la que ha llegado el grupo de investigación AF4 de la Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad de Vigo, que se ha publicado en la revista científica Wildlife Research, según informa lavozdegalicia.es.

Los investigadores analizaron los datos de las cerca de 15.000 carreteras gallegas que componen la red viaria regional entre los años 2006 y 2010, en los que se registraron 9.386 accidentes con animales, de los que 6.255 fueron provocados por ungulados.

Enrique Valero, coordinador del estudio, explica las causas: «En un tramo con menor visibilidad el conductor reduce la velocidad y aunque la vía tenga unos límites elevados va más en alerta, por lo que si se cruza un animal la capacidad de reacción es mayor»

Después de Castilla-León, Galicia es la autonomía con mayor número de siniestros de este tipo y la primera si se tiene en cuenta la superficie. La mayor parte de los puntos negros se registran en Lugo y Ourense, pero también hay zonas conflictivas en la comarca pontevedresa de Deza y en la vertiente atlántica de A Coruña.

Tanto la población de corzo como la de jabalí ha experimentado un elevado aumento en las últimas décadas por el abandono del campo, pero los investigadores tienen claro que los culpables de los accidentes no son los animales. El problema tampoco es exclusivo de una supuesta imprudencia por parte de los conductores, sino que buena parte de la responsabilidad es achacable a la deficitaria planificación de las infraestructuras, que han invadido las zonas de paso de la fauna salvaje, fragmentando sus hábitats, pero sin crear puntos de acceso que permitan seguir manteniendo conectados sus territorios.

«La culpa -afirma Valero- no es de los jabalíes, que si ven interrumpidos sus pasos naturales los cruzan igual, sino de la falta de planificación. Es necesario realizar estudios para identificar donde es necesario habilitarles zonas de paso».


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