El rehalero Rosado explica en vídeo todo lo sucedido en el lance de caza que se hizo viral
José Luis Rosado explica a Cazaworld todo lo que vivió en el accidentado lance de caza que fue grabado y se hizo viral en pocas horas.
El rehalero cuenta su dedicación con los perros de su rehala y lamenta que parte de la sociedad critique este hecho inusual de la caza y le amenacen.
Redacción | Protagonista involuntario y cazador en boca de todos. La grabación de un hecho accidentado ha circulado por medio mundo y ha plagado las redes sociales. En cuestión de horas, un rehalero ha centrado la conversación de aquellos que lo defienden y otros que le atacan y amenazan. Durante una montería, se vio inmerso en un agarre de perros a un venado. Sin saberlo, aun estando en primera línea, protagonizaba una situación insólita en la caza que ha abierto un nuevo debate. La imagen de la caza, otra vez más, a la palestra. El odio hacia una actividad lícita y arraigada en el hombre, mostrando toda su agresividad.
El vídeo grabado el pasado sábado durante la celebración de una montería muestra un lance de caza que termina en despeñamiento de animales, varios perros de rehala y un ciervo. Muestra también una acción tan necesaria como temeraria: un hombre acude a rematar al venado apresado por los perros para finalizar el lance lo antes posible y considerando la situación. Nada fácil. Una caminata en pendiente desde lejos para llegar cuanto antes, un barranco que el rehalero no veía, un roquedo que impedía el acceso al agarre y el riesgo de haberse despeñado en el forcejeo. Todos los ingredientes que han convertido al vídeo en un fenómeno viral.
Cazaworld ha estado con el rehalero José Luis Rosado, cuya identidad se difundió este lunes pese a que en el vídeo no se le reconocía, que ha explicado cómo sucedió todo y qué opina de el fenómeno mediático que se ha generado en torno a la grabación. A pesar de que su nombre se ha hecho público, preservamos su identidad para respetar la privacidad de él y su familia.
«¡Que me mataba!»
Rosado explica que acudió desde muy lejos al agarre del venado, que ignoraba lo que estaba sucediendo porque no sabía que había un roquedo y, menos aún, que varios de sus perros y los de otro compañero rehalero caían a plomo. Cuando llegó, cansado tras recorrer con premura unos 600 metros en pendiente, llegó el momento complicado. Rematar a un animal sobre una roca y junto a un precipicio.
El rehalero explica que se arrodilló y valoró el peligro que suponía su acción. Una cornada o un brusco movimiento del venado podían despeñarle a él mismo. En el momento del remate, a boca de precipicio, Rosado vio el desenlace del trágico agarre. El venado cayó llevándose a dos perros más con él y cayendo sobre tres, de los que dos salieron ilesos.
Al ser consciente de la situación y pensar que el venado le había matado los perros, Rosado se quiso tirar pero recibió el aviso de uno de los puestos: «¡Que me mataba, que me mataba!». Avanzó sobre el terreno y bajó deslizándose sobre el terreno hasta llegar al pie del risco.
A pesar de lo aparatosa y accidentada que fue la situación, solamente uno de los perros murió. Otro resultó herido y continúa con los cuidados veterinarios. «Lo que dice la gente, que se han matado 12 perros, eso es mentira», explica el rehalero.
Los perros son muy sacrificados
Rosado considera explica que ha recibido múltiples amenazas e insultos a través de las redes sociales. «A mí me están poniendo de criminal, de asesino… que me tenía que haber matado yo o que estoy tirando los perros para abajo. Y todo eso es mentira».
La única pretensión es que nadie se ofenda con las imágenes que han sido difundidas y piensen que reflejan la caza. A Rosado le gusta la caza, le apasionan sus perros y no quiere que estos hechos se malinterpreten o empleen como arma arrojadiza hacia una afición que él practica, como es la caza mayor.
Comenzó en 1995 su dedicación con la montería y los perros de rehala. Desde entonces, mantener y cuidar sus perros le exige tiempo, dedicación y reconoce que es una tarea muy sacrificada. Seguirá cazando, cuidando a sus perros y disfrutando con ellos de la caza. Y cuanto antes quiere hacerlo, lejos del acoso y las amenazas de los animalistas. Quiere vivir tranquilamente, como hasta el día en el que un vídeo mostró cómo sus perros y él vivían un accidentado lance de caza que, a las pocas horas, explotó por las redes sociales.