El Reclamo, pasión y tradición
– Campesino de sol a sol y de jaula perdicero, en sus entrañas habitaba la pasión por el celo del perdigón.
– Al campo arrebatado en los higos de septiembre, para su venatoria dedicación, un bonito y fino perdigón.
– A la mano escopeta de “perrillos”, y pájaro en espalda, por las bellas albas suspiraba.
– No podía, mil faenas esperaban!! rara vez al de sol Manuel se aguantaba.
– Al sonado y forzado toser, del puesto saltaba, hubiera o no campo ensayuelar
tocaba.
– Hablamos de perdiz brava, serrana, de fuerte entrada…o había pájaro o nada!!
– Siempre tenía “pajarillo”, su secreto no acechar, templar y en el sitio tirar.
– Eran tiempos de prohibición, pobre reclamo!! quita dicen ignorantes, perdices a traición!!
– Una mañana que Manuel, nunca olvidará, los civiles aguardaron y además de la sanción, en el acto dieron muerte al perdigón.
– Tiene pocos amigos, cuanto daño hace el perdigón!! detractores un millón.
– Maldijo su desgracia y lloró la muerte del compañero enjaulado, ese año para él había terminado.
– Pobre reclamista, de todos los cazadores, con el campo el mas altruista!!
– Pero aquel luctuoso hecho, nadie debe pensar, que con las salidas de febreros y marzos, iba a acabar.
– Puntuales llegaron los higos de septiembre y todo volvió a empezar, con miedo o sin él, esta afición nadie se la podía negar.
– No lo puede nadie ni obviar ni olvidar, bien cazado, es puro arte tradicional.
– Preguntar a los viejos del lugar, ellos os dirán, que significó esta forma de cazar.
– Y es que el reclamo amigo, no es cualquier cosa, como todo aquello en que se sufre, padece y goza.
– De verdad os digo a los que no lo sabeís, que poco se mata en esta caza, no hay traición, si justicia al trabajo del perdigón, no compensa tanto “madrugón” y sin pretender ser los mejores, tampoco seguro los peores.
Dedicado a los buenos reclamistas, y a sus familias que los sufren. Muchas gracias.
Por @Perdiz_Reclamo