El problema de la hibridación de las especies salvajes: el caso de los lobos italianos e ibéricos

lobo italiano ADECANAEn Navarra están pendientes de la posible llegada de ejemplares de lobos italianos, procedentes de los Apeninos, que podrían hibridarse con nuestro ibérico

 

Adecana | Tal como dispone la normativa foral y la estatal, las administraciones públicas tienen el deber de evitar la introducción y proliferación de especies, subespecies o razas geográficas distintas a las autóctonas, en la medida que puedan competir con estas, alterar su pureza genética o producir desequilibrios ecológicos.

En base a ello, por ejemplo, la Administración foral de Navarra está actuando cuando ha constatado sueltas de perdiz roja de granja al estar cruzadas con la perdiz chúcar, o de jabalíes con cerdos vietnamitas, o ciervos rojos de origen europeo que se puedan hibridar con la especie autóctona de nuestro Cervus elaphus ibericus.

Otro caso, y este ya lo tenemos encima, es la más que segura llegada a Navarra, esta vez por una colonización natural, por ahora de algunos ejemplares errantes de una subespecie de lobos italianos procedentes de los Apeninos que han ido colonizando la cornisa mediterránea hasta llegar al Pirineo occidental en la zona del Cadí, donde están establecidos desde el año 1999 unos quince ejemplares en dos manadas.

Diferencias entre el lobos italianos e ibéricos 

El lobo ibérico (Canis lupus singatus) es una subespecie endémica de la península Ibérica, la cual, tras las glaciaciones de hace 40.000 años, se estableció al separarse de las del norte de Europa.

Es un lobo de tamaño más pequeño que otros lobos europeos, de un color pardo grisáceo y manchas negras en los pies (se ahí el nombre de signatus).

Se trata de una población bastante pura sin prácticamente hibridaciones. Actualmente en España y Portugal existen unas 360 manadas, lo que supone entre 2.000 y 3.000 ejemplares, y salvo alguna incursión esporádica de algunos de ellos en Urbasa Andía y en zonas de Navarra lindantes de Álava y La Rioja, por ahora no existe constatación de su existencia en Navarra, teniendo en el Catálogo de Especies de Navarra la consideración de extinguido.

El lobo italiano (Canis lupus italicus) es de aspecto intermedio entre el lobo ibérico y el típico de Europa Central, es originario de los montes Apeninos y, tal como está constatado en publicaciones, está mucho más hibridado con perro que el ibérico.

Sirva como ejemplo de todo ello que en el año 2018 los análisis de ADN de la L‘Office Nacional de la Chasse et de la Faune Sauvage (ONCFS) de un ‘lobo’ que vagaba por la zona del Aspe, en el Parque Nacional de los Pirineos, y que estaba ocasionando daños en el ganado, han demostrado que era un mestizo de lobo italiano y perro, con ADN mayoritario de lobo desde hacía dos generaciones, el cual deambulaba por la frontera aragonesa, casualmente cercana a la zona donde últimamente se están produciendo ataques al ganado en Aragón.

Además de los ejemplares salvajes, desde 1966, en que se llevó a cabo el cruce entre una loba salvaje y un pastor alemán, existe una raza de perros no reconocida internacionalmente denominada perro lobo italiano, que si bien genéticamente lleva parte del lobo salvaje, su cría en cautividad y su uso doméstico le confieren condición de perro. Estos animales, que en la actualidad serían ligeramente más de medio millar, son empleados por guardabosques italianos dada su reconocida resistencia y carácter amigable hacia las personas con las que trabajan.

Argumentos a favor y en contra de permitir su implantación

Desde el sector ecologista, evitando el profundizar en el problema que genera su hibridación, la llegada de los lobos italianos es una oportunidad para incrementar la diversidad genética, y uno de los retos para su supervivencia es conseguir enlazar ambas poblaciones, siendo para ADECANA un argumento político, cuando lo que debe de imperar en la resolución de este tema son sus aspectos técnicos y jurídicos que se deriven de un riguroso estudio que está sin hacer.

Por el contrario, otros investigadores admiten que si existe la constatación de que el lobo italiano tiene problemas de hibridación, se podría considerar que se trata de una especie alóctona e impedir que llegue a cruzarse con los lobos ibéricos, y seguir trabajando con los varios miles de ejemplares que hay en España y Portugal.

Carlos Sanz con lobos del Centro del Lobo Ibérico / Juanjo González

El lobo necesita diálogo social

En este aspecto Adecana considera que la gestión del lobo se tiene que considerar no solo desde el punto de vista político al albur de lo ya legislado ya por el Ministerio de Transición Ecológica, sino desde un punto de vista técnico y jurídico, siendo fundamental la aportación del sector ganadero, cinegético y el social.

A entender de ADECANA este es un problema que se conoce desde hace años y lo que está claro es que, más pronto que tarde, el problema lo vamos a tener en nuestra comunidad, y si bien parece que los ataques que se han dado en Huesca y Zaragoza son ataques esporádicos de ejemplares divagantes que han sido expulsado de sus manadas y que están buscando nuevos territorios, esto puede evolucionar rápidamente y creemos que el Gobierno de Navarra debía de haber tenido previsto desde hace tiempo las actuaciones que al respecto tenga que ejecutar.

Desde esta Asociación consideramos que la gestión del lobo se tendría que considerar no solo desde el punto de vista político, sino desde un punto de vista técnico y jurídico, siendo fundamental la aportación de la gente que vive y actúa en el campo, como son el sector ganadero y el cinegético, antes de tomar cualquier decisión al respecto, ya que sin un previo consenso entre toda la ciudadanía esta no va a aceptar las decisiones que se puedan tomar al respecto.

Asociación de Cazadores Navarros, ADECANA.

La hibridación entre lobos y perros que los científicos no saben cómo solucionar