El peligro de chocar contra un jabalí
Hay regiones españolas en las que se dan altos porcentajes de colisiones con animales salvajes. Una de ellas es Aragón, en la que se contabilizaron más de 600 siniestros durante 2016, y el 70% fueron provocados por jabalí. Ante una situación de accidente con especies animales salvajes, sean o no cinegéticas, hay que saber que la primera medida es no poner en riesgo la seguridad de otros conductores siempre que sea posible. Avisar a la Guardia Civil de Tráfico para levantar atestado de lo sucedido es otro de los primeros pasos a seguir.
En Aragón, los accidentes de tráfico provocados por colisión con especies cinegéticas ocurren con bastante frecuencia. Solo en 2016 se contabilizaron más de 600 y la mayor parte de ellos, en torno al 70%, fueron causadas por choques con jabalíes.
Pero, ¿qué hacer en caso de sufrir un accidente de este tipo? Tal y como recomienda la Dirección General de Tráfico, lo primero es avisar siempre a la Guardia Civil de Tráfico para levantar atestado y así poder luego reclamar los daños producidos en el caso de que exista responsable civil, por ejemplo si existe un coto de caza en la zona donde se ha producido el accidente, en el caso de especies cinegéticas como el jabalí.
El domingo 29 de enero, Elena Tena viajaba en coche junto a su marido y su hija de seis meses desde la localidad valenciana de Requena, su lugar de procedencia, hacia el municipio turolense de Monreal, donde reside con su familia. «Era de noche cuando, en el tramo de carretera entre Libros y Villel, nos salió un jabalí. Jesús, mi marido, pensó que si aceleraba el animal golpearía el coche por detrás y sería aún peor porque habríamos perdido el control y en esa carretera o te empotras contra las rocas o contra el quitamiedos y el río. Frenó a sabiendas de que íbamos a tener un golpe y efectivamente así fue. Fue un susto tremendo porque también íbamos con nuestra hija, que tiene 6 meses», relata.
Por suerte, todo quedó en un susto y el accidente no tuvo consecuencias para los ocupantes del vehículo. En cuanto al jabalí, «la Guardia Civil nos precisó que en un tipo de colisión como la que tuvimos era probable que el animal, dada su gran robustez, no hubiera sufrido heridas de consideración». En lo que respecta a los daños materiales, el vehículo quedó con los faros de delante hundidos, abolladuras en su lateral y alguna otra avería mecánica.
Tras el percance, llamaron a la Guardia Civil para que esta realizase el atestado. Por suerte, la póliza de seguros con la que cuenta cubre este tipo de colisiones con animales. «Como es algo que suele ocurrir bastante, la compañía de seguros se encarga posteriormente de contactar con la Guardia Civil para comprobar el atestado y hacer efectiva la cobertura», añade Elena Tena.
Sin embargo, y sobre todo cuando este tipo de colisiones no están contempladas en las pólizas de seguros, también se estudian posibles reclamaciones de daños producidos en el caso de que exista responsable civil, si por ejemplo el animal perteneciera a algún coto.
En la Ley de Caza que rige en Aragón existe un sistema de indemnización para daños provocados en carreteras por este tipo de especies cinegéticas de los que se hace cargo el INAGA. A través de su web es posible descargar un modelo de reclamación donde se deben incluir datos del vehículo, el lugar, fecha y tipo de animal, además de adjuntar el atestado de la Guardia Civil que acredite lo ocurrido en el siniestro, entre otros documentos.
Informa P. Zapater para heraldo.es