El mito del sexo de las liebres por las orejas al correr

Liebre corriendo con orejas levantadas

Redacción | El mito de las orejas de la liebre a la carrera. Erguidas, macho; hacia atrás, hembra. Si arranca a correr con las orejas levantadas dicen que es un macho, pero si levanta y corre con las orejas sobre el lomo, ¿se trataría de una hembra?

La bióloga Mónica Fernández-Aceytuno trata esta creencia que se ha hecho popular entre los cazadores en uno de los vídeos sobre naturaleza que hace para la Fundación Aquae. El vídeo cuenta con muy buenas imágenes de liebres y lebratos, y es la propia bióloga la que narra el texto.

Entonces… cuando una liebre sale por patas, ¿podemos saber su sexo solo con fijarnos en sus orejas?

Lo que está pasando es que,
aunque hay partos todo el año,
es con las flores cuando nacen más lebratos,
cuyos padres distinguimos por las orejas.

Dicen los que saben
que si al arrancarse echa la liebre las orejas hacia atrás,
es una hembra.
Y si las deja erguidas,
un macho.

En los ojos de la liebre
podemos ver lo que mira
también la luz en la ventana
del taller de Durero
al pintar una liebre silvestre
en 1502.

Pero
para distinguir
de lejos,
los sexos,
hay que fijarse en las orejas.

En los lebratos recién nacido es pronto,
aunque sean tan precoces
que traigan los ojos abiertos,
y todo el pelo.

Las liebres que se arrancan
con las orejas
hacia atrás
son hembras.

¿Qué es esta liebre….?

Me ha parecido un macho.

Mónica Fernández Aceytuno