El ‘envele’ o enderezado de orejas en los podencos
Este artículo hace una revisión completa a un tema de gran interés entre los podenqueros, el ‘envele’ de orejas, y ofrece la manera de poder ayudar a conseguirlo.
Cuando criamos o adquirimos un podenco, en la mayoría de los casos lo que más nos preocupa es su funcionalidad y que nos dé en el campo todo aquello que deseamos. Para muchos, algunos defectos morfológicos resultan insignificantes ya que el perro se hace bonito en el campo regalándonos sus mejores días de caza.
A pesar de estos hechos, no podemos negar que a todo amante de los podencos le encanta ver un precioso ejemplar, sea de la raza que sea, con sus orejas perfectamente enderezadas o ‘enveladas’, su rabo de media luna y su compensada estructura atlética. Se suele decir mucho que «de lo bonito no se come» pero a la hora de la verdad a todo el mundo nos gusta un perro bonito dentro y fuera del campo.
Si encima hablamos de algún aficionado al que le guste presentar sus perros a monográficas, pruebas de trabajo en las que se exige que los animales cumplan el estándar o simplemente para poder sacar un RRC (Registro de Raza Canina), el que su podenco esté perfectamente ‘envelado’ se torna fundamental ya que el hecho de que el perro no ‘envele’ del todo se considera una falta dentro del estándar.
Aparte de todos estos motivos, algunos de ellos de una cierta importancia para según qué dueño, últimamente en grupos de redes sociales he podido observar muchas preguntas de aficionados al podenco sobre este tema, recibiendo respuestas de todo tipo. Este hecho me llevó a plantearme este artículo, intentando plasmar en él experiencias propias sobre el tema junto con otras consultadas con veterinarios con una amplia experiencia y algunos compañeros de afición ya que cada maestrillo tenemos nuestro librillo. Para intentar con todo ello resolver ese tipo de dudas y aclarar algunos conceptos importantes sobre el tema.
¿Por qué a un perro le cuesta envelar?
El hecho de que a un podenco le cueste envelar puede venir dado por diversos motivos, algunos con mejor solución que otros, pero todos ellos a tener en cuenta.
Para empezar debemos saber que, por norma general, un podenco suele envelar de forma natural desde los 3-4 meses hasta los 6-7, edad que podemos marcar como límite para que nuestro perro ‘envele’ de forma natural. Hasta los 5 meses y medio o 6 podemos tener la esperanza de que esto suceda y debiendo ser pacientes ya que muchas veces el miedo a que el perro no envele nos hace precipitarnos y preocuparnos antes de tiempo. A partir de esa edad, si el perro no ha ‘envelado’ es cuando podemos empezar a plantearlos el intentar ayudarle con medios adicionales. Aun así según la forma que vayan adquiriendo las orejas junto con la edad del cachorro podremos intuir si va a tener dificultades, intentando actuar en consecuencia.
El hecho de que un podenco no ‘envele’ de forma natural puede darse por varios factores:
Genética. Si un podenco tiene antecesores con ese defecto es muy probable que se manifieste también en él. No es necesario que venga directamente de sus padres ya que muchas veces en los cachorros aparecen genes de generaciones anteriores como pueden ser abuelos o bisabuelos. Es posible que con ayuda se pueda solucionar aunque es algo que no está garantizado.
Mestizaje. El podenco al ser un perro muy primitivo tiene una fuerza genética muy grande. En ocasiones al cruzar un podenco con otra raza suele dar como resultado perros con un alto aspecto de podencos ya que su genética se impone a la de la otra raza. Esto nos puede dar como resultado perros que en apariencia son podencos pero que aun así lleven en su sangre una parte de mestizaje que produzca esos problemas para envelar.
Mala alimentación, parásitos internos, otitis o daños en los cartílagos. Para empezar no hay que olvidar que los cachorros se encuentran en pleno desarrollo. La demanda de nutrientes para poder crecer es muy grande y dentro de las prioridades que el cuerpo otorga para la distribución de estos las orejas se encuentran dentro de las últimas. Este hecho produce que si el cachorro no tiene una buena alimentación que le aporte de manera abundante todos estos nutrientes es posible que presente problemas a la hora de envelar. Por un motivo parecido si nuestro cachorro no está correctamente desparasitado, estos parásitos internos pueden generarle trastornos alimenticios y pérdida de nutrientes con la consiguiente manifestación en sus orejas. A su vez tanto una enfermedad auditiva como puede ser la otitis o lesiones en el cartílago de la oreja, producidas por golpes, mordiscos o cualquier tipo de accidente pueden producir problemas para que nuestro cachorro ‘envele’, algunos de ellos casi irreparables.
Algunas razas de podenco ‘envelan’ peor que otras. Este es un hecho relacionado con el tamaño del perro al igual que con el tamaño de sus orejas. Por necesidades de su crecimiento los perros más grandes como el podenco andaluz de talla grande, el canario o el ibicenco presentan más problemas a la hora de envelar debido a que su estructura ósea y su desarrollo requiere una demanda mucho más importante de nutrientes. Digamos que tardan más en desarrollarse plenamente. Si a esto sumamos que morfológicamente razas como el podenco canario tienen un tamaño de orejas superior al resto, o que el xarnego valenciano puede tener una gran cantidad de pelo en sus orejas, con el consiguiente peso junto con mayores necesidades de nutrientes esto nos dará como resultado un mayor número de ejemplares que necesiten ayuda para envelar por sí solos. En estos casos el ayudarles aunque se encuentren dentro de las edades normales para envelar tampoco puede venir mal.
Caída de orejas después de envelar
Muchas veces nuestro cachorro ha ‘envelado’ perfectamente y de nuevo se le vuelven a caer las orejas o al menos alguna de ellas. Pero, ¿por qué sucede esto?
Como dijimos, la alimentación y las demandas del cachorro en su crecimiento juegan un papel muy importante. Los cachorros al igual que las personas tienen momentos en su crecimiento en los que pegan “estirones”. En estos estirones se producen demandas mayores y repentinas de nutrientes. Como ya comentamos, una de las ultimas prioridades en este sentido son las orejas. En cuanto el crecimiento se vuelva a estabilizar las orejas volverán a su sitio casi con total seguridad.
Además también sucede que el cambio de dentadura no solo produce la consiguiente demanda de nutrientes si no que también suelen producirse irritaciones por pérdida de dentición que afectan a los cartílagos y músculos que sujetan la oreja. Con el desarrollo del cachorro lo normal es que esto también desaparezca y la oreja vuelva a coger fuerza de nuevo.
Factores que favorecen y ayudas a perros con problemas para envelar
En cuanto a los factores que favorecen el correcto ‘envele’ de nuestros cachorros destacan como mencionamos antes una buena alimentación ya que le aportará todo aquello que necesite para su crecimiento le permitirá desarrollar correctamente el cartílago y musculatura de las orejas sin verse demasiado resentidos debido al crecimiento.
El sol también favorece mucho el ‘envele’ de las orejas de nuestros podencos ya que además del aporte de vitamina A ayuda al endurecimiento del cartílago provocando que este logre mantenerse erguido antes.
En cuanto a las ayudas por nuestra parte más aconsejables para favorecer que nuestro perro ‘envele’ correctamente, se encuentran el utilizar algún suplemento de cartílago de tiburón, productos especializados para el fortalecimiento de cartílagos y articulaciones o usar plantillas y vendajes para mantener la oreja erguida.
Los suplementos de cartílago de tiburón y otros destinados a fortalecimiento de cartílagos y articulaciones no solo ayudarán al crecimiento y fortalecimiento de los cartílagos de las orejas, sino que también supondrán una ayuda extra para todos los del cuerpo de nuestro cachorro como los de sus articulaciones y diferentes partes de su estructura ósea. Esto evitará que se use menos cantidad del aporte destinado a las orejas pudiendo recibir éstas el necesario. Lo más recomendable de ambos son los suplementos desarrollados especialmente para perros entre los que destacan algunos de los que se utilizan en tratamientos de perros que sufren displasia. En ocasiones también nos pueden ayudar a contrarrestar el desgaste articular que sufren nuestros perros debido a las jornadas de caza e incluso a favorecer la recuperación de alguna lesión. Estos suplementos los podemos encontrar en tiendas especializadas tanto físicas como por internet.
Las plantillas y vendajes destinados a mantener rectas y erguidas las orejas favorecen el endurecimiento del cartílago en su posición correcta y ayudan a fortalecer la musculatura que la sujeta. Es muy importante utilizar para este tipo de vendajes espadadrapos o cintas hipoalergénicas que no produzcan problemas a nuestro perro, cambiando el vendaje cada 4-5 días para poder comprobar que la oreja se encuentra en buen estado y con una correcta ventilación. También es muy importante a la hora de hacer este tipo de vendaje comprobar que la oreja queda correctamente recta y sin ningún tipo de pliegue que pueda complicar las cosas. Si no hemos logrado que la oreja quede recta antes por si sola podremos mantener estos vendajes durante aproximadamente un mes realizando los cambios de vendaje correspondientes.
Después de lograr que la oreja quede erguida es aconsejable en algunos casos usar una pequeña “plantilla” pegada en la oreja, la cual puede ser de cartón o espadadrapo para evitar que el cartílago se doble y favorecer que la oreja quede totalmente extendida.
La combinación de un suplemento con este tipo de vendajes suele dar muy buenos resultados.
Falso mito de los suplementos de calcio
En muchas ocasiones he oído aconsejar suplementos de calcio para ayudar a envelar a nuestros cachorros, lo cual tras haberlo contrastado con algunos veterinarios puede resultar más perjudicial que beneficioso a la par que inútil para el objetivo que nos estamos marcando. Está comprobado que la oreja está formada por músculos y cartílago, no fijando éste último en ningún caso el calcio, por lo que el aportarle este suplemento no va a influir en absoluto en el crecimiento y endurecimiento del mismo.
Además el exceso de calcio de forma natural puede ocasionar trastornos esqueléticos como un crecimiento menor, articulaciones engrosadas, malos aplomos, osteocondrosis, etc. Una cantidad elevada de calcio disminuye la absorción de zinc y cadmio, lo que supone un menor apetito, pelo sin brillo y áspero, problemas oculares y epidérmicos por lo que no es nada recomendable su uso.
Todos estos datos espero que puedan servir de ayuda para aclarar un poco más todas aquellas dudas que suelen surgir con respecto a este tema, el cual suele ser protagonista muchas más veces de lo que parece. En todo caso nuestros podencos suelen envelar de forma natural. Si no lo logran aun con estas ayudas, seguro que igualmente seguirán siendo unos estupendos perros y unos insuperables compañeros de caza. Como decíamos al principio, a todos nos gusta un podenco perfectamente ‘envelado’ pero de todo lo escrito, lo que sí que es indudable es que el campo hace bonito a cualquier perro, ‘envelado’ o no. La verdadera importancia está en lo que nos haga disfrutar y no en lo perfectas que puedan ser sus orejas. Si queremos intentarlo, espero que la información pueda servir de ayuda para lograr tener no solo un buen podenco, sino también un perro estéticamente más completo.
J. Javier Calonge
Cazadores con Podencos de España