El disparo y las posiciones de tiro del cazador
EL DISPARO:
En nuestra terminología, se entiende por disparar a la acción de lanzar un proyectil que sale por el cañón de un arma de fuego.
Para que este proceso fácil, pero a su vez algo complejo, se lleve a cabo exige la ejecución previa de los siguientes pasos:
– Hay que alimentar el arma.
– En segundo lugar hay que cargarla.
– Seguidamente montarla.
– Y por último accionar el disparador de nuestra escopeta o rifle.
- El primer paso que es alimentarla, se da cuando en su depósito alojamos algún cartucho.
- Seguidamente diremos que está cargada, cuando ésta posee alguno de ellos ya en la recámara.
- Un arma está montada, cuando se encuentra en situación o disposición de poder hacer fuego con ella.
Cuando decimos algunos de los términos que nuestra arma está descargada, desmontada, vacía, entendemos que en el depósito o en la recámara de las mismas no hay alojado ningún cartucho y por tanto que el sistema o mecanismo de disparo no se encuentra en posición ni situación de funcionar.
La ejecución o acto de disparar ha de ser una operación segura, y hay que intentar arrastrar el disparador con suavidad, evitando dar “gatillazo”, dado que, si forzamos este proceso, nos desestabilizaremos, dando como resultado un error de posición entre el punto de mira de nuestra arma y la pieza que vayamos a abatir.
Dependiendo del modelo de arma, existen varios tipos de rifles y escopetas con un solo disparador, con un doble disparador y con un disparador selectivo. Asimismo podemos encontrarnos con disparador de retención y pelo.
El disparador de retención, tiene un recorrido desde que lo arrastramos hasta que actúa sobre el mecanismo interno del arma, liberando a la aguja que percute sobre el cartucho. Tiene dos fases una de recorrido muerto y otra de recorrido de acción o de fuego. Es por tanto un recorrido largo, para que lo entendamos diremos como ejemplo: supongamos que tenemos un recorrido de 1.100 grs. Y un descenso de presión 200 grs. Por lo que el peso final de presión del disparador o gatillo sería de 1.300 grs.
En el caso de el disparador de pelo, tenemos el caso opuesto, éste nos permite tirar a una presión muy sensible, por poner un ejemplo podríamos hacer accionar el arma a un presión de 25 grs. Hagámonos una idea de la diferencia numérica de un sistema a otro. Este tipo de disparador actúa de forma directa, no existe intervalo de espacio desde que lo accionamos, hasta que actúa sobre el mecanismo interno del arma.
En ambos casos, se recomienda que se lleve a cabo este proceso con una presión constante y con una línea imaginaria de continuidad hasta llegar al final o recorrido del mismo.
Es muy importante saber que para ejercer una correcta presión sobre el disparador de nuestra arma, hemos de tener ésta debidamente colocada en hombro, cara y mano. Así como una correcta simetría en las miras, a la hora de efectuar el disparo, de los elementos de puntería de nuestra arma; dado que éstos son los que nos dan luz verde a la acción de arrastrar el disparador.
Por lo que diremos que el proceso podemos dividirlo en tres pasos:
Rafael Martín Díaz: Entrenador Nacional de Tiro Olímpico
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