El corzo, una especie en expansión

27 enero, 2017 • Miscelánea

El corzo es la especie sobre la que más dedicación se está poniendo para mantener sus poblaciones saneadas y en estado libre. La Asociación del Corzo Español trabaja para mejorar la gestión, caza y conservación de esta especie y para ello desarrolla líneas de trabajo científico, jornadas de divulgación y caza de hembras, promoción de la carne de caza y difusión de mensajes ambientales de respeto a este pequeño cérvido. Con su propio portal web y presente en las redes sociales, la ACE vela por la buena gestión y clara expansión del corzo.

El corzo es una de las especies cazables que goza de una estricta regulación y gestión, tanto en el control sostenible de sus poblaciones, como en la investigación de su desarrollo biológico y estado sanitario, y en su promoción en la gastronomía.

En ello ha tenido mucho que ver la Asociación del Corzo Español (ACE) desde donde trabajan para mejorar la gestión, caza y conservación de esta especie de cérvido de aproximadamente 30 kilos de peso (algo menos en el caso de las hembras), actualmente diseminada por la mayor parte del territorio peninsular tras su expansión desde el norte. En el caso de Castilla-La Mancha está presente en los Montes de Toledo, además de en otros territorios lindantes como Sierra Morena y el este de Extremadura.

Son varias las líneas de trabajo de la asociación, como la indagación científica para seguir las afecciones parasitarias, gracias a la colaboración con el laboratorio de Investigación en Sanidad Animal (INVESAGA) de la Universidad de Santiago de Compostela.

Florencio A. Markina, presidente de ACE, explica que hace unos meses renovaron el convenio bianual con ese centro, no sólo para incidir en la vigilancia sanitaria de dicha especie, sino para poder contribuir de manera más efectiva en el equilibrio de las poblaciones.

«Se han obtenido estudios interesantes sobre los parásitos de los corzos, que también benefician a la conservación del medio natural, a una mejor gestión de la población animal, incluso para nuestra propia salud», apunta Markina.

Por ejemplo, la ACE lleva haciendo un rastreo pormenorizado de la presencia y el alcance de la moscarda del corzo (Cephenemyia stimulator) en este cérvido que, al parecer, incide sobre el índice poblacional, así como recientemente han consignado un hallazgo en Guadalajara, donde por primera vez han comprobado la aparición de un parásito propio del ciervo en corzos. «Quiere decir que si conviven ambas especies se traspasan los parásitos de unos a otros».

Jornada de corzas

Otra acción de la ACE, esta vez para promocionar la caza de corzas, es la organización de jornadas como la que han convocado la primera semana de febrero en Guadalajara (también se hará en Soria).«Es una forma de que los cazadores se conciencien de la importancia de cumplir los cupos de corzas para regular equilibradamente sus poblaciones, y luego contactamos con una empresa cárnica para aprovechar los canales en la comercialización».

Precisamente, gracias a la presión de esta organización para equilibrar las densidades de los dos sexos (los machos tiene trofeos), el Gobierno regional permite abatir a estas hembras en los meses de enero y febrero en los cotos autorizados, ya que dentro de la temporada cinegética, la veda para esta especie se extiende del 1 de abril al 31 de julio, y desde el 1 hasta el 30 de septiembre.

Carne de caza

Igualmente, la Asociación del Corzo Español impulsó una iniciativa para fomentar el consumo de la carne de caza el pasado noviembre, centrada «en la difusión de la gran variedad de platos que se pueden crear con las diferentes especies de caza, aprovechando el inicio de la temporada cinegética en todas las comunidades autónomas».

De esta manera, con el lema “#COMIENDOCAZA”, la ACE invitó a todos los amantes de esta cocina a enviar fotos de carne de caza silvestre cocinada «ya sea en un restaurante, en una comida con amigos o en casa» y hasta Navidad habían contabilizado 81 participantes.

El ganador ganará un ejemplar del libro de cocina Capreolus deliciosus, del monte a los fogones, editado por la propia ACE, en el sorteo del próximo 1 de marzo y se publicará en su blog ‘Corcinando’, que ha superado los 500 ‘me gusta’ en Facdebook y cuentan con más de 1.600 seguidores en Twitter. «Esta última cifra sigue creciendo a un ritmo vertiginoso, a pesar de que es muy difícil conseguir tantos apoyos en el sector de la caza, aunque también hemos notado mucha aceptación en el campo de los restaurantes y cocineros», señala el presidente de ACE.

Por otro lado, Markina también destaca la integración de la ACE en el grupo de trabajo para elaborar un manual de buenas prácticas, en el marco de la Red Rural Nacional, plataforma dependiente del Mapama, destinada a trabajar por mejorar las políticas de desarrollo rural, en la que la asociación ha ingresado recientemente.

El manual, comenta el presidente de ACE, tiene por objetivo recopilar, debatir, consensuar, proponer y difundir una serie de buenas prácticas medioambientales.

Proyecto corcino

La ACE volveráa actovar en marzo su “Proyecto corcino” (se inició en 2004), una campaña destinada a toda la sociedad, y que este año centrarán en agricultores, para «evitar muertes gratuitas cuando se realizan tareas agrícolas con maquinaria como la siega». Markina recuerda que es preciso que todas las personas que realicen tareas o visiten el campo sepan qué hacer si ven crías de corzo para evitar que las recojan pensando que están abandonadas”.

Cada edición avanzan en su estrategia mediática, y en 2016 la campaña tuvo su epicentro en las redes sociales (Facebook y Twitter, principalmente, https://www.facebook.com/Amigos-del-Proyecto-Corcino y @acecorzo) para concienciar de este problema.

También elaboraron cartelería en la que se advertía de que no se debían recoger esos ejemplares porque no están solos. «Su madre está en las inmediaciones y se acerca para amantarlos y lavarlos pero los dejan escondidos para evitar ataques de predadores». También invitaban a quienes se encontraran con corcinos a hacerse una fotografía para conseguir «un mayor alcance» con su distribución.

«La mayoría de las veces que se los llevan a casa se mueren porque el corzo soporta muy mal la cautividad», indica Markina, pues «es de las pocas especies de caza que se mantiene en estado libre, por lo que es muy importante impulsar líneas maestras de gestión para que se conserve en estado óptimo».

Informa lanzadigital.com


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