Caza mayor: El corzo (Capreolus capreolus)
El corzo, conocido por muchos como el duende del bosque, es el cérvido más pequeño que habita Europa y Asia. De cornamenta pequeña, proporcional a su tamaño, hace las delicias de muchos cazadores que año tras año lo recechan.
Su población está en aumento, de ahí que estén colonizando nuevos territorios de la Península Ibérica.
El peso de este mamífero varía entre los 15 y los 30 kilogramos, siendo 76 cm la altura máxima que pueden alcanzar a la cruz.
Herbívoro considerado prácticamente forestal, saldrá a campo abierto en contadas ocasiones, para añadir a su dieta de hojas de arbustos y árboles bajos, algunas hierbas. De la alimentación mencionada, depende mucho su tamaño, siendo los corzos cántabros los más grandes, y los andaluces los más pequeños.
Los machos, empiezan a caer su cuerna en otoño, terminando de crecer por completo a finales de primavera. El terreno dominado por un macho, suele ser de unas 7 hectáreas, siendo, los corzos, una especie territorial.
El celo, que puede durar en los machos desde abril hasta septiembre, se culminará con el parto de una, dos o tres crías (según sea la hembra joven, o más mayor), después de pasar por 40 semanas de gestación. Los corcinos, escondidos durante la primera semana de vida entre la vegetación, son avisados por la madre de cualquier peligro, bien por silbidos o por golpes en el suelo.
El enemigo principal del corzo es el lobo, aunque animales como el zorro, el lince o el oso también lo incluyen en sus dietas.