El calvario de las carreteras donde jabalíes y corzos causan un accidente diario
La mayoría de los 434 siniestros con animales salvajes sucedidos en La Rioja hasta diciembre de 2018 se han producido de noche, siendo las vías más peligrosas la N-232, la AP-68 y la LR-123.
Destrozos agrícolas, sustos en los cascos urbanos de pueblos y ciudades en su búsqueda de alimentos y un peligro, cada vez mayor, en la red viaria regional. La sobrepoblación en casi toda la comunidad de algunas especies de animales silvestres se ha convertido en un problema que, más allá de los cuantiosos daños económicos anuales que provocan, se ha transformado en un serio riesgo diario para la seguridad de los conductores y pasajeros que circulan por las carreteras riojanas.
A falta todavía de los datos casi al completo del mes de diciembre, el año 2018 acumula en las vías de la región un total de 434 siniestros de tráfico en los que han estado implicados animales, tanto domésticos como, sobre todo, salvajes, según los datos facilitados a Diario LA RIOJA por la Jefatura de Tráfico en La Rioja.
Con los jabalíes y los corzos en lo más alto del ranking de partes de siniestralidad, con 191 y 105 accidentes, respectivamente, en el glosario de animales hay de todo: perros, con 54 atropellos, ciervos (26), zorros (15), aves (6), tejones (5), vacuno (4), felino (4), ovino (3), caprino (2) y equino (2), además de otros quince episodios en los que estuvo implicado otro animal o un ejemplar al que no se pudo identificar.
Aunque la siniestralidad provocada por corzos no ha dejado de aumentar en los últimos años hasta alcanzar este año los 105 accidentes en 38 carreteras de la red viaria riojana, con especial incidencia en la N-232, con 13 atropellos entre Alfaro y Foncea; la LR-123, con 12 accidentes entre Cervera y Pradejón; la AP-68, con 10 colisiones con animales entre Briones y Alfaro; y la LR-259, con 9 episodios entre Murillo de Río Leza y El Redal, es el jabalí el principal enemigo de los conductores. Primero, debido a que su tamaño y la dureza de su anatomía provocan más daños materiales; y segundo, porque su presencia en los informes de atestados se ha multiplicado hasta casi triplicarse en los últimos cuatro años.
La estadística de Tráfico recoge 84 accidentes con estos animales en las carreteras riojanas en todo el 2015, cifra que en el siguiente ejercicio se elevó hasta 161 y que en el 2017 escaló hasta los 240. En el 2018, hasta el 9 de diciembre la contabilidad registraba 191. Una barbaridad cuando, en junio del 2002, un estudio incluido en el plan cinegético regional destacaba que entre los años 1998 y el 2001 la cifra de accidentes causados por especies de animales silvestres era de 86, la mitad, 42, con jabalíes por medio.
El domingo, el peor día
Al margen de las técnicas de control poblacional puestas en práctica por las administraciones competentes y la realización de batidas de caza autorizadas, sus únicos enemigos en la península son los lobos, que cazan ejemplares jóvenes, y las grandes rapaces, que capturan las crías o rayones, lo que ha provocado la expansión y crecimiento de su población en zonas de la comunidad donde hace unas décadas eran casi inexistentes.
Con el domingo como la jornada de mayor siniestralidad viaria por jabalíes en el año 2018 -también es la de mayor movilidad viaria-, con 40, en el resto de los días de la semana apenas se aprecian grandes variaciones en una horquilla que oscila entre los 21 registrados en sábado y los 30 ocurridos en martes. Por meses, noviembre es el que acumula más partes de accidentalidad, con 45, seguido de enero (25), febrero (20), marzo (17) y julio (15). Los más benignos, mayo, con 8, y abril y agosto, con 9 cada uno.
Aunque no es conveniente bajar la guardia jamás, ya que se contabilizan accidentes con estos mamíferos salvajes en la amplia franja que va desde las 15.30 hasta las 9.30 horas, la mayoría de los siniestros se producen en las horas nocturnas, que es cuando estos animales omnívoros abandonan sus guaridas en busca de su alimentación -vegetales, trufas, bellotas, huevos, aves, roedores…- para volver a dormir con los primeros rayos del sol. La mayor siniestralidad se produce especialmente entre las 18.30 y las 2.00 horas, siendo la franja más crítica, sobre todo en el otoño e invierno, entre las 21.00 y las 23.00 horas.
Por carreteras, aunque se han registrado accidentes con jabalíes en 48 vías de toda la red viaria, la de mayor siniestralidad, como en el epígrafe de los corzos, ha sido la N-232, con 28 atropellos en el tramo entre Calahorra y Fonzaleche. Muy cerca de ese registro está la AP-68, con 27 accidentes, y ya por detrás la LR-123 (Valverde-Pradejón), con 11; la LR-113 (Ceniceros-Canales de la Sierra), con 9; la LR-282 (Autol-Pradejón) y la LR-111 (Haro-Valgañón), con 11 en cada una; la LR-137 (Fuenmayor-Nalda) y la LO-20 (Logroño-Navarrete), ambas con 7; y la A-12 (Fuenmayor-Santo Domingo) y la LR-341 (Ventosa-Nalda), con cinco siniestros.
La tercera especie animal que más siniestralidad viaria ha causado este año ha sido una doméstica, una estadística en la que hay gran parte de responsabilidad humana. Se trata del perro, que ha acumulado 54 accidentes en 23 vías, 13 de ellos en la N-232, 5 en la LR-255 (Villamediana-Nalda) y 4 en la AP-68 y la A-12.
Informa Roberto G. Lastra para larioja.com