El Ayuntamiento de Valladolid quiere censar y localizar las torcaces de la ciudad

4 abril, 2017 • Noticias de caza

El Ayuntamiento de Valladolid ha encargado a una empresa especializada un censo de palomas torcaces en la ciudad con el fin de poder controlar su población. Una gran cantidad de estas aves se ha asentado en algunos parques y zonas de alameda de la capital y sus excrementos están encareciendo los trabajos de limpieza del Consistorio. La intención es localizar los núcleos principales para poder ahuyentarlas o controlarlas mediante la retirada manual de nidos, el trampeo con jaulas, el lanzamiento de redes cañón o el uso de aves de cetrería.

Paloma torcaz / J. L. Beamonte

Primero es esencial saber qué zonas de la ciudad están colonizando, antes de poner en marcha medidas para intentar sacarlas de Valladolid y evitar así que sus abundantes y pegajosas deyecciones inunden parques, coches y mobiliario urbano. El Ayuntamiento ha encargado a la empresa especializada Locus Avis, adjudicataria del control de los dormideros de estorninos, mediante la emisión de sonidos de alerta, la elaboración de un censo de palomas torcaces en la ciudad con el objetivo de localizarlas y poder controlar su población. Esta especie, que desde hace tres años ha encontrado en la trama urbana un hogar cómodo para alimentarse a salvo de los depredadores, se está convirtiendo ya en un vecino más de la fauna del municipio.

Al contrario que la paloma doméstica, la torcaz, reconocible por su color gris claro y las manchas blancas que adornan su cuello y los extremos de sus alas, no anida ni descansa en edificios, sino que lo hace en los árboles y pasta en los jardines. Sus excrementos han hecho estragos en algunos parques y zonas de alameda de capital, lo que ha obligado a intensificar las labores de limpieza por parte del Consistorio.

Ahora se quiere determinar qué lugares son sus preferidos para invitarles a que los abandonen. ¿Cómo? Los técnicos de Locus Avis advierten de que con esta especie, bastante más huidiza que la bravía, no funcionan la emisión de señales de alerta porque únicamente aletean cuando son atacadas. Así, los principales sistemas de control son las capturas, la utilización de rapaces para ahuyentarlas y el control de sus nidos. El problema de la torcaz no es único de Valladolid y su resolución es compleja, porque las poblaciones saltan de un lugar a otro sin mayor problema. Además, acotan los ornitólogos, la confluencia de grupos residentes con poblaciones migratorias de paso por la ciudad dificulta aún más la labor.

Piensos anticonceptivos

Estas invasiones relativamente recientes impiden, por el momento, contrastar la efectividad de los diferentes métodos de combate, que en algunos municipios se han ampliado a la utilización de dispensadores de piensos anticonceptivos, un sistema controvertido que se aplica en Barcelona.

La empresa realizará un estudio censal inicial para contar con una estimación de la población, así como una encuesta telefónica a los vecinos de las zonas más afectadas para conocer el grado de molestia que están generando. Con los resultados se evaluarán las fórmulas de intervención, como la retirada manual de nidos, el trampeo con jaula, el lanzamiento de redes con cañón o el uso de aves rapaces adiestradas en determinadas áreas.

Informa J. Asua para elnortedevalladolid.es


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