El alcalde de Pozuelo de Tábara culpa a la Junta de Castilla y León de enfrentar a agricultores y cazadores
El alcalde de Pozuelo de Tábara dice que los sembrados del término están «arrasados». El que es también agricultor en esta localidad zamorana culpa a la Junta de Castilla y León de querer «enfrentar» a vecinos, agricultores y cazadores al no resolver los daños que la fauna salvaje causa en los sembrados del municipio. El Gobierno castellanoleonés afirma que existen «poblaciones estables» de corzos, jabalíes, ciervos o lobos en Pozuelo de Tábara y que, a pesar de las autorizaciones para el control de fauna, pueden provocarse daños y concentraciones de alguna de estas especies.
La Junta de Castilla y León admite la existencia de «poblaciones estables» de diferentes especies cinegéticas, como jabalíes, corzos, ciervos o lobos, en el término municipal de Pozuelo de Tábara. Asegura además que estas poblaciones tienen unas «condiciones adecuadas en cuanto a la disponibilidad de hábitat, refugio y alimentación, en la cada vez más abundante superficie forestal existente, lo que no es óbice para que en determinados momentos y en determinados cultivos puedan producirse daños y concentraciones de ejemplares de alguna especie».
Así consta en la respuesta a la queja presentada por Jesús Ángel Tomás, agricultor y también alcalde de Pozuelo de Tábara, quien en insistentes ocasiones en su condición de cultivador y representante municipal ha solicitado a Medio Ambiente medidas para «evitar o disminuir» los daños ocasionados por la fauna salvaje en los cultivos. Esas protestas públicas y por escrito han recibido cumplida respuesta del Servicio Territorial de Medio Ambiente, desde donde se recuerda que la responsabilidad de los daños de la fauna no es de la administración sino de los cotos de caza que cuentan con sus planes cinegéticos.
Respecto a los perjuicios en los cultivos agrícolas que provoca la fauna, la Junta admite que, aún cumpliéndose los cupos de capturas aprobados (que generalmente no es así), «la posibilidad de que se produzcan daños siempre va a existir».
Precisa Medio Ambiente que, de acuerdo con el artículo 12 de la Ley de Caza de Castilla y León, «los daños producidos por las piezas de caza recaen, inicialmente, en el titular de los terrenos cinegéticos donde se producen». En el caso de las parcelas apuntadas por Jesús Ángel Tomás están incluidas en el coto privado de caza «La Modorrina» de Pozuelo de Tábara que, según la Junta, no ha llegado a cumplir el cupo de capturas de ciervos aprobado, como es «frecuente» en muchos cotos.
Con una extensión de 2.446 hectáreas, el plan cinegético de este coto estima una población de ciervos de entre 60 y 80 ejemplares, y el cupo establecido para esta temporada era de 5 machos de ciervo y 5 hembras, «de los que se han cazado cuatro ejemplares de cada sexo».
Ante el incumplimiento generalizado en los cupos de las capturas, especialmente de hembras, el Servicio de Medio Ambiente ha establecido medidas que faciliten la caza como es la modalidad de cacería colectiva.
Pero desde la Junta de Castilla y León se asegura que, incluso cumpliendo los cupos de captura establecidos, «la posibilidad de que se produzcan daños siempre va a existir (en función de la situación de la parcela, el cultivo, las condiciones fenológicas y meteorológicas del año agrícola, la disposición de medidas protectoras etc.) y en estos casos tienen que ver con circunstancias que no están bajo el control directo de este Servicio Territorial».
Jesús Ángel Tomás considera que la respuesta de la Junta de Castilla y León «vuelve a ser la de echar balones fuera y cargar los problemas y las responsabilidades a quienes vivimos en los pueblos». Para el agricultor y alcalde de Pozuelo de Tábara, el plan cinegético al que alude Medio Ambiente «no se ajusta a la realidad porque es de hace cinco años y desde aquella fecha hasta ahora las poblaciones de ciervos, jabalíes o corzos han aumentado muchísimo y ellos lo saben».
Jesús Ángel Tomás lamenta que, una vez más, «la Junta quiere enfrentar a vecinos, agricultores y cazadores cuando es la administración la que debe solucionar este problema». Denuncia que los sembrados están «arrasados y esto va a más».
Informa Irene Gómez para laopiniondezamora.es