El alano español en la caza mayor (I)
La misión principal del alano en la caza no es la de buscar y levantar la pieza, sino la de acudir a las ladras de los perros más punteros y sujetar a la pieza hasta la llegada del perrero
El autor es administrador del grupo de Facebook ‘Alano español sin censura’ y, según afirma, propietario del único campeón de España dedicado a la caza en los últimos años
El alano español es un perro de presa originario de la península Ibérica y se presume que es originario de esos perros de presa traídos por los pueblos bárbaros sobre el siglo V. A partir del XIX es cuando alcanza su popularidad como perro de agarre, pero más tarde la raza cae en decadencia y no es hasta los años ochenta del siglo XX cuando comienza un proceso de reconstrucción de la raza, siendo en 2004 cuando se reconoce oficialmente como raza.
Hay muchos cuentos e historias sobre el alano que se pueden ver por internet. La historia que para mí resulta verdaderamente importante es la del alano y la caza, puesto que, ante todo, soy cazador y “alanero”.
El alano español, el perro de agarre por excelencia
Es un perro capaz de cazar en equipo, un animal totalmente equilibrado, tanto con sus congéneres como con las personas, siempre y cuando sea un alano de casta, sin mestizaje de otras razas de presa que puedan aportarle ese desequilibrio o genéticas distintas.
Actualmente, la raza corre un serio peligro, un peligro que, como sucede con otras razas y bajo mi punto de vista personal, viene dado por el aumento de “mascoteros» y demagogos simpatizantes de esta raza. Estas personas confunden a la gente difundiendo información poco rigurosa y mal contrastada sobre la raza en redes sociales, cuando las estas tendrían que ser una herramienta para que la raza creciera. Pero su efecto sobre el alano está siendo contrario a lo que sería deseable.
Muchos particulares crían con ejemplares de perros atigrados sin conocer verdaderamente su origen ni la sangre que pueden llevar en sus venas. Publicitan sus perros en redes sociales, a veces bajo el nombre de «alanos de…», cuando de auténticos alanos tienen poco o nada. El alano español, como muchas otras razas, tiene un estándar oficial (recogido en el BOE y que puedes ver aquí) y todo ejemplar que no cumpla ese estándar, simplemente es un perro de presa o agarre, pero no un auténtico alano.
La morfoestructura del alano no debe ser ligera, pues no es un perro que tenga que atrapar una presa a la carrera. No es un galgo. El auténtico alano debe ser un perro de gran cabeza, un perro fuerte, pero no torpe; de imponente figura, pero bien proporcionada.
En una situación de caza real, un par de alanos deberían ser suficiente para poder agarrar un buen jabalí. Considero que muchos perros demasiado ligeros, y con una morfología que no es la típica, nunca pueden ser llamados “alanos”. Para tener un perro de agarre de 30 kilos es preferible tener un podenco de talla grande u otro tipo de perro más parecido a un Valdueza que ofrezca otro tipo de prestaciones.
En mi opinión, toda persona que se considere alanera y que ame esta raza debería ser capaz de criar únicamente ejemplares de alano típico, dentro del estándar. Lo que se ve en redes sociales, muy a mi pesar, son perros escasos, de cabezas divergentes, atípicos y casi rozando la tipología de un perro pastor, confundiendo a la gente que empieza en la raza con ilusión. Muchos de estos «criadores» son los mismos que, cuando ven un alano potente, un alano de verdad, usan la coletilla de «ese perro está apresado«. Parece que aún hoy, en 2021, no se sabe reconocer que el alano español, ante todo, es un perro de presa.
Muchas veces se califica a ejemplares de auténtico alano como perros muy pesados, hablando de uno de 38 o 40 kilos. En ocasiones, esas mismas personas aplauden otras razas de presa como el dogo argentino, con sus 68 centímetros y sus 50 kilos de peso.
Acudir a las ladras y sujetar la pieza
La misión principal del alano en la caza no es la de buscar y levantar la pieza; tampoco cogerla a la carrera, sino la de acudir a las ladras de los perros más punteros y sujetar a la pieza hasta la llegada del perrero, ofreciendo protección tanto a este como al resto de perros de la rehala.
Algunos ejemplares llegan ser grandes venteadores y esto es un hecho, pero debe quedar claro que los alanos no son perros de levante. Pueden ser buenos cazadores, acompañando a los perros de busca, pero es una cualidad que no se les puede exigir.
Su gran cabeza, de maseteros potentes y su mordida con las ‘llaves’ (caninos) perfectamente encajadas en tijera, hacen que sean capaces de aguantar la presa durante largo tiempo y ahí es donde está la verdadera funcionalidad de este espectacular perro.
Tened claros todos estos conceptos: resulta esencial para poder entender y preservar esta raza, tan nuestra, sin adulterarla con sangres de otras razas. Su funcionalidad debe ser tan espectacular como ha sido siempre. Su carácter y morfología, también.
En próximos artículos profundizaremos mucho más en las características morfológicas del auténtico alano español con la esperanza de poder esclarecer muchas dudas e intentando aportar algo de luz ante la confusión generalizada que existe sobre esta imponente raza española.
Marcos Ferreira. Alanos ‘Presaforte’
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