Dos asociaciones animalistas acosan sin tregua a la caza en el norte de España

Referéndum vinculante contra la caza, prohibición de la caza con perros o controles médicos, psicotécnicos y antidopaje para cazadores son solo algunas de sus exigencias.

También pretenden que la televisión emita contenido animalista e implantar menús veganos en los colegios.

Redacción | Las asociaciones Franz Weber (FFW) y Libera han declarado la guerra al mundo de la caza en el norte de nuestro país, ejerciendo un acoso sin tregua e intentando modificar cada asunto que consideran oportuno relacionado con el mundo cinegético.

Estas asociaciones, además de su fijación contra el mundo de la caza, también pretenden implantar el veganismo y animalismo en la sociedad mediante los medios de comunicación y los colegios.

Acoso total a la caza

Una de sus últimas acciones ha sido la de denunciar la colaboración de la Junta de Galicia para que los cazadores puedan organizar sus «parrandas», refiriéndose a la organización de la Fiesta de la Caza de Lugo o la Feria de Caza, Pesca y Naturaleza. Su denuncia manifiesta «la opacidad del Ejecutivo gallego con el apoyo de este tipo de eventos, pensados en dulcificar el supuesto apoyo social a las batidas en un momento en el que el rechazo ciudadano es cada vez más evidente».

Por otra parte, también han lanzado una campaña de recogida de firmas para alejar la caza de viviendas y animales. Para ello reclaman que se amplíe la distancia de seguridad existente de 100 a 500 metros.

Que los menores puedan asistir a las cacerías es otra de las prohibiciones que estas dos asociaciones se han marcado como objetivo.

En tiempos en los que el jabalí está causando enormes daños en el norte de nuestro país, en los que se fomenta su caza y difusión de su carne como medida de control de su población, estas asociaciones han criticado públicamente a la Junta gallega exponiendo que sus favores a la caza «se pueden comprobar en la elaboración de un inédito decreto para que cazadores puedan comercializar carne de animales abatidos o los intentos de rebajar la protección de los canes, algo muy demandado por los escopeteros». Además  «reclaman la prohibición del uso de canes en manadas, una modalidad de caza extremadamente cruel que acaba fomentando peleas, grabadas y difundidas por los propios cazadores como se ha visto en los últimos tiempos en los medios de comunicación». Por otra parte, han exigido que termine la «matanza» de jabalíes mientras sus poblaciones siguen creciendo.

Controles cada cuatro meses

Entre una de sus muchas medidas para perjudicar al mundo de la caza, Libera y FFW han pedido una modificación de la Ley de Caza para que se incluyan controles médicos y psicológicos cada cuatro meses (ningún otro profesional o deportista debe hacerlos), que de no superarse supondrían una inhabilitación para cazar de ocho meses, debiendo superar de nuevo las pruebas para volver a practicar la actividad cinegética, así como unos controles antidopaje para cazadores que participen en competiciones. También exigen un aumento de los controles de alcoholemia y estupefacientes hacia los cazadores junto con la restricción de la actual Ley de Caza.

Ademas, también han recogido firmas para que cese la emisión de algunos contenidos en la televisión, entre los que están incluidos los relativos a la caza, y han exigido a la Junta la eliminación de trampas para cazar jabalíes autorizadas a particulares o restringir el derecho a la caza en zonas que se encuentren quemadas.

Referéndum vinculante contra la caza

Otra de las exigencias que estas dos asociaciones han hecho en su particular persecución al mundo de la caza ha sido la de realizar un referéndum vinculante sobre la caza deportiva con el fin de abolirla. Su oposición frontal a la actividad cinegética no termina aquí.

Estas asociaciones, que han exigido que se adopte el modelo escocés que prohíbe el ejercicio de la caza con perros, fueron las promotoras de todos los altercados ocurridos durante la pasada edición del Campeonato de Caza del Zorro. Otra de sus exigencias ha sido la creación de un impuesto autonómico para la caza «por su impacto ambiental y animal».

La lista de acciones de acoso al mundo cinegético por parte de estas dos asociaciones es interminable, siendo estas solo algunas de las propuestas más llamativas de las sucedidas en los últimos meses, pero no son las únicas. Su grado de activismo y acoso hacia la caza es un fenómeno creciente e insistente.

«Lunes sin carne»

El mundo de la caza no es el único que sufre sus convicciones. Tanto Libera como FFW han recogido firmas para que se emita contenido animalista en las televisiones, y que se impongan «los lunes sin carne» en los centros escolares así como un menú exclusivamente vegano.