Dos años de cárcel por matar a tiros a otro cazador en una montería
El procesado cometió un delito de homicidio por imprudencia, según la juez
El Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba ha condenado a dos años de prisión a un cazador, M.R.S.D., que mató a otro de un disparo durante una montería en un coto en la localidad de Posadas. El suceso se produjo el 19 de noviembre de 2006 en la finca Dehesa el Alcornocal. El procesado y la víctima se encontraban en puestos enfrentados separados entre sí por una distancia aproximada de 81 metros, con la «única protección física» entre ellos de un alcornoque .
Sobre las 14:00, y antes de que empezaran los disparos, el acusado efectuó un solo disparo a la vista de un jabalí en dirección al puesto de la víctima. La juez argumenta que el imputado actuó «con omisión de las más elementales normas de cuidado y atención», pues «con carácter previo» había sido informado de donde se encontraban colocados los demás monteros y de que, por tanto, únicamente podía realizar disparos en dirección norte o sur.
El proyectil alcanzó a la víctima, que murió en el acto. El fallecido se encontraba en posición de pie, mirando hacia su derecha -hacia el puesto del acusado- y se había desplazado de la vertical del talud donde tenía su puesto unos dos metros.
Según la sentencia, los hechos constituyen un delito de homicidio por imprudencia grave, pues M.R.S.D. apretó el gatillo «no en la dirección permitida a su puesto, que sería hacia el norte, es decir, de frente, sino que dispara hacia su izquierda y tuvo que abrirse mucho para que el proyectil llegara hasta el cazador del puesto colindante». Durante la vista oral, el procesado afirmó que disparó a una pieza, si bien la juez argumenta que ello «no degrada su imprudencia, puesto que en ese ángulo nunca debió disparar». «Si le salió un jabalí, debió dejarlo, ya que si ese hipotético animal estaba situado en un ángulo de tiro desde el que era previsible que alcanzara otro puesto, efectuar un disparo en esas circunstancias sería temerario», argumenta la magistrada en su resolución.
La sentencia subraya, además, que el acusado es un cazador con una «dilatadísima» experiencia, por lo que debía prever «con muchísima facilidad» las consecuencias «gravísimas» de disparar.
Fuente: http://www.diariodesevilla.es