Doñana refuerza sus poblaciones de conejo para conservar el lince o el águila imperial

Es una especie muy mermada en la zona por la incidencia de la nueva cepa del virus de la neumonía hemorrágica.

Las poblaciones silvestres de conejo en el Espacio Natural de Doñana (END) se vieron reforzadas a lo largo de 2015 con más de 8.000 ejemplares para contribuir a la conservación de especies como el lince ibérico o el águila imperial, al tratarse de su principal alimento.

Según se recoge en la Memoria de Actividades y Resultados del END de 2015, a la que ha tenido acceso Efe, ésta es sólo una de las medidas adoptadas para tratar de paliar la “situación crítica” que ha alcanzado el conejo de monte en los últimos años en Doñana donde, a las ya mermadas poblaciones desde hace décadas se ha sumado la incidencia de la nueva cepa del virus de la neumonía hemorrágica.

Ello ha motivado que las poblaciones de esta especie hayan caído a valores “ínfimos y desconocidos en este área protegida”, algo que es necesario paliar si se tiene en cuenta que el conejo es “una parte fundamental del ecosistema, y su desaparición supondría un gravísimo problema para el sistema mediterráneo”, ya que muchas especies tienen en él la base fundamental de su alimentación.

De ahí que se esté trabajando por revertir esta situación, para lo que en 2015, al margen de otras acciones complementarias, se desarrolló un proyecto de restauración de hábitats para la recuperación del conejo.

Éste, además de la suelta de casi 8.000 conejos en la zona de actuación con una ratio por sexo de 75 % hembras y 25 % machos, incluyó la construcción de 12 cercados de cría, 15 cercados de protección o 6 CAS (Cercado de Alimentación Suplementaria).

Además, entre 2014 y 2015 se han desbrozado 225 hectáreas de matorral y se han construido 710 vivares.

Estas medidas se complementan con la realización de censos mediante transectos en vehículo para la detección de conejos tres veces al año que proporciona un Índice Kilométrico de Abundancia (IKA) para las distintas zonas.

Los del año 2015 ponen de manifiesto que, a pesar de los esfuerzos que se están llevando a cabo, la situación de las poblaciones de conejo continúan “siendo malas” por la incidencia que sigue manteniendo la variante del virus RHDV surgida en 2012. A finales del año pasado el IKA se situaba en 0,10 conejos por kilómetros, una cifras “bajísimas” y similares a las del año anterior.

Informa: efeverde.com