Demasiado Medio Ambiente
No han dado tiempo a que las urnas usadas en las pasadas elecciones se enfriaran, que ya hemos podido ver a las “cinco grandes ONG´s” de este país, pidiendo al futuro gobierno la creación de un Ministerio de Medio Ambiente y que desarrolle políticas transversales.
Llevamos años escuchando este discurso y lo hemos interiorizado de tal forma que hasta nos parece necesario y justificado lo que esta gente pide. Incluso nos hemos sumado al mismo y llevamos una buena temporada tratando de convencer a la sociedad de las bondades medioambientales de la actividad cinegética y piscícola. Pero si nos paramos un momento a reflexionar, llegaremos a la triste conclusión de que hemos estado perdiendo el tiempo jugando un partida con las cartas marcadas.
Esta gente solo se ha preocupado de diluir su discurso entre una sociedad cada vez más urbanita, hasta el punto de conseguir que repudien y ataquen todo aquello que impida que esa sociedad disfrute del medio ambiente. Y no les importa llevarse por delante todo lo que está unido a ese medio ambiente idílico, y que no es otra cosa que nuestro medio rural. Hemos creado miles de centros de interpretación de la naturaleza y aulas ambientales que vienen trabajando como puntos de adoctrinamiento; sin darnos cuenta de lo que estaba pasando.
Así que va siendo hora de que “el cazador conservacionista” despierte de su sueño inalcanzable y comience a caminar por otros senderos en este cambio de ciclo que tenemos por delante.
Debemos abandonar de una vez por todas el discurso caduco que venimos lanzando de que la caza es conservación o que genera empleos y muchos miles de euros, y empezar a reclamar el espacio físico que nos quieren usurpar descaradamente. Ese espacio que es el medio rural en el que practicamos nuestras aficiones y del que también forman parte y viven los agricultores, ganaderos y silvicultores.
El año 2016 debe ser el punto de partida de ese cambio de ciclo imprescindible, en el que todos los que estamos en el medio rural nos unamos bajo la bandera de su defensa y empecemos a marcar un ritmo distinto a la sociedad urbanita. Esa misma que nos crea leyes que nos ahogan y que se complace por ello.
Pero para eso debemos ser nosotros mismos los primeros en asumir que el discurso de la caza y la pesca para la conservación se ha agotado definitivamente.
Señores cazadores y pescadores: ¡Demasiado medio ambiente!
Así que trabajemos todos unidos por una ALIANZA DEL RURAL
Unión Nacional de Asociaciones de Caza (UNAC)