Voces de caza
Daniel Marcos: «El presente de la caza lo veo demasiado explotado»
Mi nombre es Daniel Marcos Nevado, tengo 29 años y soy de Valencia de Alcantara(Cáceres). Me considero apasionado de la caza de perdiz con perros de muestra y amante de los pointer. Disfruto de la caza en el marco del Tajo Internacional, donde la perdiz todavía mantiene una buena pureza.
¿Cómo entra la caza en su vida?
La caza entra desde pequeño; mi padre me llevaba de acompañante a zorzales y conejos hasta que ya pude acompañarlo a perdices en las duras barreras del Tajo, momento en el cual me enamoreé de la caza de la perdiz con perros de muestra, la cual sigo practicando siendo esta junto con la de la becada las que ahora practico.
¿Qué valoración hace de la caza mayor en España?
La caza mayor se encuentra en pleno auge. La disminución de la menor ha hecho que la mayoría de los cazadores se pasen a la caza mayor, aunque sí es cierto que creo que es el momento de empezar a gestionarla un poco o en un corto periodo de tiempo los cazadores perderán su atractivo como ya se está haciendo con la montería y creciendo la pasión por los recechos y esperas en perjuicio de la montería.
Y en cuanto a la caza menor, ¿qué diría?
Bueno, la caza menor va por zonas. Zonas en la que la caza todavía tiene una buena salud y zonas como aquí en Extremadura en las que hay un abandono del campo y van en aumento el jabalí y el ciervo, que han hecho mella en las poblaciones de perdiz. Junto con la desaparición del conejo, hace que los cazadores extremeños tengamos que recurrir a cotos intensivos o salir de nuestra Extremadura a cazar a otras comunidades.
¿Qué puede aportar la competición a la caza y en qué puede perjudicar su imagen?
La competición no trata de aportar o perjudicar a la caza. La competición busca al cazador más completo, capaz de complementar una buena forma física con el conocimiento de la especie a cazar, además de tener que ser un gran tirador. Hoy en día la competición ha cambiado para mejor, ya que hay unos cupos que cumplir, como en cualquier coto social, con menos horas que cualquier jornada de los cazadores que no compiten, donde se busca al cazador que mejor se adapte al terreno y a las especies a cazar.
Perros, armas, gastronomía… ¿Qué aspecto de la caza le atrae más?
Bueno, me considero un amante de los pointer. En la actualidad tengo 12, y si no fuera por ellos seguro que no saldría a cazar al campo. Gracias a ellos estoy en continuo contacto con el campo y con la amada perdiz; me gusta disfrutar de ellos tanto en la temporada como fuera de ella, buscando zonas donde poder campearlos y ponerlos en contacto con la caza.
No obstante, los platos de caza, para mí, son los más deseados, aparte de ser días en los que solemos juntarnos los amigos y volver a revivir los lances pasados.
Entre la tradición y la tecnología, ¿con qué se quedaría en la caza y por qué?
Con la tradición, sin lugar a dudas. Nuestros antepasados eran sabios en el campo, cosa que nosotros poco o nada somos, y todo eso sin los adelantos de que disponemos ahora, por lo que ver a nuestros abuelos, padres, etc. moverse en el campo, leer el terreno, es digno de admirar.
¿Qué diría sobre la literatura cinegética? ¿Destacaría alguna obra?
Aun no siendo un lector asiduo, creo que las obras de D. Miguel Delibes son las que más me han gustado y en las que más de una jornada tras las perdices me he acordado de algunas de sus palabras.
Caza y campo son una sola cosa. ¿Qué enseñanzas de campo son necesarias antes de empezar a cazar?
Los más importante es el respeto por el medio en el que nos encontramos y, cómo no, respetar a los animales que vamos a cazar. El problema de todo esto es que eso se aprende con el tiempo, cuando pasan varios años y miras atrás, ves cómo has cambiado y cómo valoras y respetas el entorno, y eso es lo que hace grande a la caza.
Los jóvenes somos un fiel reflejo de lo que vemos, por lo que tener un buen maestro hará que nuestros valores sean adquiridos rápido y bien.
Lo importante de la caza es el tiempo vivido en el campo en compañía de amigos y perros, dejando en segundo o tercer plano la percha, dado que esta no nos va a enseñar nada, solo será una percha.
¿Qué valoración hace de las redes sociales en el mundo de la caza?
Las redes sociales pueden ser una buena fuente de información bien utilizadas, pero por desgracia, en algunas manos, nos están haciendo daño al conjunto de cazadores dado que los grupos ecologistas aprovechan cualquier foto o comentario desafortunado para utilizarlo en contra de nuestro colectivo. Creo que deberíamos cuidar un poco nuestra imagen y usar las redes sociales como punto de información más que como «a ver quién mata más o mata más grande».
Para que la caza sea una actividad natural respetada y admirada por esta sociedad, ¿qué sería necesario?
La caza es una actividad natural, la cual no tiene que ser admirada por todos, cada deporte tiene sus admiradores y detractores; lo único que tenemos que conseguir los cazadores es respetarnos unos a los otros y no criticar la gestión que cada uno haga con su caza.
¿Cómo definiría el sector de los medios especializados en caza y su oferta?
Cada vez más profesionalizados, acercando la información a más cazadores a través de internet. Veo importante la información, sobre todo la relativa a modificaciones, prohibiciones en cuanto a leyes y decretos o de artículos relacionados con la gestión de determinadas especies, etc. Siempre pueden ayudar a cómo gestionar nuestros cotos.
¿Cómo definiría el presente de la caza y qué futuro prevé?
El presente de la caza lo veo mal, igual que el futuro, demasiado explotado, donde hemos dejado que el dinero mande en perjuicio de la salud de la caza.
Si tuviera que destacar una frase o reflexión sobre la caza, ¿cuál sería?
El placer del verdadero cazador comienza cuando su perro encuentra. Como ya dije antes, el perro deberá ser el verdadero protagonista de nuestras jornadas cinegéticas.
Apunte final… para los lectores de CAZAWORLD.
Como apunte final, diría que lo importante en la caza no es la percha, sino las amistades que esta te brinda, y las horas de aire puro que se disfrutan alejadas de la monotonía del día a día.