Cuatro investigadores ecologistas confirman que la caza de trofeos es la manera más efectiva para conservar la vida silvestre en África

Roan o antílope ruano cobrado por Pilar Escribano en su primer safari en Namibia / cupolibre.com

Los autores han confirmado que una prohibición de la caza de trofeos podría tener un impacto significativo en los medios de vida de los propietarios de fincas, sus empleados y, en consecuencia, en la vida silvestre

A causa de la COVID-19, los recursos económicos del turismo «casi se han agotado» y, ante la falta de alternativas efectivas, la caza de trofeos se presenta como la mejor manera de preservar las comunidades, los territorios y la fauna que allí habita

Redacción | Por el momento no hay una alternativa igual de rentable y, en términos ambientales, más efectiva que la caza para trabajar en la conservación de animales, espacios salvajes y comunidades de personas que viven en esos territorios. Esta es la conclusión de un estudio que han realizado cuatro investigadores ecologistas, especializados en conservación y gestión de territorios, sobre la caza de trofeos en África. Estudiosos de la vida silvestre y de los procesos que hacen sostenibles las sociedades, los investigadores afirman que todos aquellos que se oponen de manera radical a la caza de trofeos deberían valorar las consecuencias asociadas que esta prohibición acarrearía sobre los propietarios de tierras y las comunidades en las que la caza es una fuente de ingresos clave, con las consiguientes repercusiones sobre la vida silvestre.

El naturalista Duann Bigs y el biólogo de vida salvaje Alexander Richard Braczkowski, ambos de la Universidad Griffith, junto a la ambientalista Alta De Vos, de la Universidad de Rhodes, y la ecologista de la Universidad de Helsinki Hayley Clements, son los autores de un estudio sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en la conservación de la vida silvestre en África y cómo la pérdida de recursos pone en riesgo la conservación medioambiental y los núcleos sociales. A causa del virus, los recursos económicos que aportaba el turismo «casi se han agotado», y ante la falta de alternativas viables y efectivas, la caza de trofeos se presenta como la mejor manera de preservar las comunidades, los territorios y la fauna que allí habita.

Los cuatro investigadores señalan que la caza conserva la vida silvestre africana

Caza de trofeos

El turismo relacionado con la vida silvestre moviliza en África unos 60.000 millones de euros al año. Gran parte de esos ingresos se destinan a la conservación de áreas protegidas. Entre otras labores, la vigilancia y lucha contra el furtivismo es una de las tareas esenciales para conservar la fauna silvestre, y aquí la caza tiene un papel primordial, aportando anualmente casi 200 millones de euros a la economía del continente africano.

Considerando que la caza de trofeos es una práctica que tiene aristas que pulir (gobiernos débiles, corrupción, falta de transparencia, cuotas excesivas, furtivismo), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) afirma que «los programas de caza de trofeos legales y bien regulados pueden desempeñar, y de hecho desempeñan, un papel importante en la obtención de beneficios tanto para la conservación de la vida silvestre como para los medios de subsistencia y el bienestar de las comunidades indígenas y locales que viven con la vida silvestre».

A esta misma conclusión han llegado los cuatro investigadores, que han hecho su estudio considerando la oleada de críticas provenientes de ONGs y grupos animalistas. Pese a la petición de muchos de ellos para que se prohíba la caza de trofeos en África, los investigadores han tratado de analizar cómo afectaría a los propietarios de tierras con negocios de caza en Sudáfrica una prohibición total de la caza de trofeos. Según el estudio, el 91% de los propietarios entrevistados consideraron que la viabilidad económica de las propiedades privadas y la biodiversidad que habita en ellas perderían tras una prohibición de la caza.

Pérdida de la biodiversidad

Un informe señala que las tierras de conservación privadas de Sudáfrica abarcan alrededor del 14% al 17% de la superficie terrestre del país, lo que supone más del doble que las zonas protegidas de propiedad estatal. Dada esta relevancia de la propiedad privada en la conservación, los autores del estudio entrevistaron a propietarios de tierras en Sudáfrica que llevan a cabo operaciones de caza de trofeos en las provincias del Cabo Oriental y Occidental. «Son puntos calientes de biodiversidad de importancia mundial», señalan los investigadores, que preguntaron cómo influiría una prohibición de la caza y la valoración de alternativas como el ecoturismo.

El ecoturismo se plantea como una alternativa a la caza, pero el estudio reveló que dos tercios de los propietarios no lo ven viable económicamente. De estos, la mitad afirmó que «volverían a la ganadería, reducirían parte del personal y eliminarían la vida silvestre de sus propiedades». La otra mitad no contempló ninguna alternativa viable.

Los resultados del estudio muestran que la prohibición de la caza tiene una importante influencia tanto en la conservación como en el desarrollo sostenible y «podría tener un impacto significativo en los medios de vida de los propietarios y sus empleados». Esto provocaría una disminución de las poblaciones de fauna silvestre, ya que la mayor parte de propietarios optaría por volver a la ganadería y la fauna silvestre supone una competencia por los recursos sobre el terreno. Además, el número de agricultores actuales se reduciría y ellos desempeñan un papel importante en la conversación sobre las especies en el país.

Oryx cobrado por Pilar Escribano en su primer safari / cupolibre.com

Turismo fotográfico y fin de la caza

Una fuente de ingresos que siempre se argumenta como recurso para los espacios naturales es el turismo fotográfico. Sin embargo, un estudio realizado en 2007 años en Zimbabwe demostró que «la caza de trofeos era más resistente que el turismo fotográfico porque los cazadores están más dispuestos a viajar en circunstancias más arriesgadas que los turistas fotográficos». Los autores del estudio afirman en este sentido que los cazadores estarían dispuestos a viajar de nuevo antes, ante el riesgo de COVID-19, que los turistas fotográficos.

Por tanto, los grupos animalistas que proponen el fin de la caza y alternativas como el turismo de naturaleza o fotográfico deberían considerar «las posibles ramificaciones de esas prohibiciones». Los investigadores señalan que, si la caza de trofeos se suspendiese, sería necesario tener en cuenta el impacto en la conservación y en los medios de vida de la comunidad que dependen de la caza.

Los cuatro autores, ambientalistas y estudiosos de la gestión de los territorios de manera sostenible, sugieren desarrollar prácticas de ingresos alternativas y planes de transición para los propietarios de tierras y las comunidades en las que la caza es una fuente de ingresos clave, pero reconocen que hasta ahora no hay ninguna viable y efectiva.

La caza de trofeos representa una gran importancia para la conservación en África, debido a que ofrece recursos para la conservación en vastas zonas, incluidas las que pueden ser inadecuadas para usos terrestres alternativos basados en la vida silvestre, como el ecoturismo fotográfico. Los investigadores ecologistas señalan que hay problemas, como los descritos por la IUCN, que limitan los beneficios en conservación, pero sostienen que no hay alternativa viable a la caza para asegurar la conservación de la vida silvestre y los ecosistemas africanos.