Crónica de montería de Sierra Estrella, por Encicaza

18 enero, 2018 • Caza mayor

Comenzaba el 2018 para Agrocinegética Encicaza en la mañana del pasado 13 de enero. Con la vista puesta en el firmamento, los monteros se daban cita en el hotel de la localidad onubense de Encinasola para acompañar a esta organización en la primera de sus monterías del recién estrenado año.

En esta ocasión, la mancha escogida era «Sierra Estrella», una pequeña mancha de jaras apretadas que no se había monteado hasta el momento, con lo que era toda una incógnita.

Hugo Larubia cogió el mando tras el desayuno y antes de sortear pedía dos voluntarios para unas posturas de muy difícil acceso, pero que a buen seguro comentaba podrían ser las mejores de la montería. Los monteros se miraban unos a otros hasta que dos valientes levantaron la mano para «pegarse la de dios» subiendo al pico de la Sierra de la Estrella.

Los poquitos puestos se sortearon a sobre puesto y tras el sorteo hubo un tiempo de reflexión, esperando para ver si finalmente dejaba de llover tal y como habían predicho los expertos.

Sobre las once salía la primera armada bajo un manto de lluvia que, sin aire, tampoco molestaba en exceso.

Las armadas se colocaron bajo este panorama, pero justo a la hora de soltar cesó el aguacero que durante todo el transcurso de la madrugada había azotado la zona y permitió montear a gusto para los puestos, aunque los perreros acabaran igualmente como una verdadera sopa.

Los disparos se fueron sucediendo aleatoriamente y muy repartidos, jugando lances con los cochinos y venados prácticamente todos los puestos de la montería, salvo algunas excepciones como Francisco Carretero, siendo bastante habitual esto en él.

Mediada la montería, Abraham Vázquez veía como dos imponentes venados trasponían la loma en dirección al puesto contiguo, pero este, lejos de dejarlos cumplir, ejecutó lance a gran distancia doblándolos y metiéndoselos encima a nuestro amigo onubense, que con rodilla en tierra los esperó bajo las copas de las encinas que le besaban hasta que aparecieron las pezuñas por debajo de sus ramas, y así, a portagayola le soltó la primera salve al primero de ellos rodando por los suelos, corriéndole la mano al segundo que andaba perdido, quedándose también con él en un inolvidable lance. Fueron los dos mejores venados de la montería.

José Romero, también tuvo su lance con un venado corredor, quedándose con él no sin trabajo, causándose una lesión de gemelo al rematarlo. El amigo David Subiri también tuvo la suerte de su parte consiguiendo hacerse con otro bonito venado, al igual que un servidor con una collera de reses. Los jabalíes también dieron su juego, sobre todo a uno de los puestos de voluntariado, que jugó cuatro lances infructuosos a los «gochos». El otro, ocupado por Juan Carlos Guillén, fue algo más entretenido, cobrando dos venados, una cierva y un jabalí, y tuvo la oportunidad de tirar otros dos venados más.

Pero los jabalíes dieron mucho mas juego del que parecía, los perreros se esforzaron por sacarlos de la mancha y, tanto, que estos se refugiaron dentro de la lindera Breña, donde se hicieron fuertes, jugando lances aquel cierre como el que más con los escurridizos guarros. Ahí, el amigo Alejandro Martínez se hacía con una buena jabalina con documento gráfico de ello. Aunque no todos los lances fueron acertados ni mucho menos. El jabalí de la jornada lo abatía Arturo Velasco antes de soltar, y es que estos navajeros llegan a viejos por lo sabios que son. Aún así, también se salió de la mancha otro jabalí tremendo, al que la amiga Bañuls le vio la boca bien de cerca, no pudiendo quedarse con él por ser sorprendida por la irrupción del cochino en su postura.

La jornada estuvo más que entretenida y casi todo el mundo tuvo su oportunidad y disfrutó del movimiento de las reses con mayor o menor fortuna, pero la caza en abierto es así.

Los cazadores se retiraron al pueblo a comer y las reses se sacaron en la finca mientras estos celebraban la buena jornada mientras la lluvia volvía a hacer acto de presencia. Finalmente, llegaron a la junta de carnes un total de 12 venados y 5 jabalíes, a los que hay que sumar algunas ciervas de gestión.

Crónica de Carlos Casilda Sánchez


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